Las fiestas navideñas son un tiempo de celebración y reencuentros familiares, pero también pueden ser unas fechas de profunda tristeza para aquellos que han perdido a un ser querido.
Para ayudar a sobrellevar este difícil periodo, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) ha organizado charlas en diferentes sedes y online bajo el título Es Navidad y faltas tú.
Conversamos con Carmen García, psicóloga de la AECC en Pontevedra, sobre cómo afrontar estas festividades cuando estamos en proceso de duelo.
¿Cómo afecta la Navidad a las personas que están viviendo un duelo?
Lo que suele ocurrir durante estas fechas es que hay como una reagudización del duelo. Independientemente de en qué fase del duelo estemos, las fechas navideñas o el final de año suponen como un repaso de todo el recorrido que hemos hecho a lo largo del año. Y las Navidades suponen que, en la fase del duelo que estés, las emociones las percibas de forma más intensa.
Por ejemplo, una persona que está ya en una fase un poquito más avanzada de su duelo, que ya puede recordar a su ser querido sin un estado grande de tristeza, en unas Navidades puede estar más nostálgico o tener un momento de recordatorio donde se entristezca. Pero si estamos hablando de una persona que tiene una pérdida de un ser querido reciente, en torno a tres meses, seis, un año, tendríamos todo el proceso normal del duelo y las emociones mucho más intensificadas.
¿Y cómo puede sobrellevar una persona su primera Navidad sin su ser querido de la mejor manera posible?
Lo ideal es no ponernos mentalmente un camino estricto a seguir. Es decir, no hay una única manera de pasar las Navidades de una forma adecuada. Porque va a depender mucho de cómo eran nuestras celebraciones previas y de qué es lo que yo deseo hacer en estas Navidades.
A partir de ahí, lo más importante es que, tome la decisión que tome la familia para afrontar esas primeras Navidades, lo haga de forma consensuada, es decir, lo hablen desde cómo se sienten en este momento faltando la persona querida de la familia y, a partir de ahí, como son las primeras Navidades, tomar una decisión que les haga sentir más o menos cómodos para enfrentar esta Navidad, y la Navidad que viene ya se verá.
¿Cuáles son los errores más comunes que comete la familia o las personas que acompañan a quien está más afectado por el duelo?
A veces damos mensajes que no ayudan como: "esta persona (la que falleció) no le gustaría verte así" o "tienes que animarte", que pone a la persona que tiene la pérdida de forma directa en una posición de culpable, cuando tiene que pasar el duelo y ese dolor por una pérdida.
Entonces sabe que en algún momento ese duelo irá evolucionando y no se sentirá así, pero no está así ahora porque quiera, sino porque, por desgracia, tiene que hacer una despedida en este momento.
Entonces, más que mensajes que generen juicio, lo ideal es arropar a esa persona, acompañarla, comprendiendo que es un momento de dolor y generando cierta red de apoyo. Y si yo como familiar no soy capaz de darle esos mensajes que puedan arroparle, tener más personas a su alrededor que lo puedan hacer.
¿Puede funcionar preguntar directamente a la persona: Qué necesitas o En qué puedo ayudarte?
Sí, por supuesto. De hecho es lo más adecuado. Muchas veces como familiares no tan cercanos o como amigos no sabemos cómo ayudar a una persona que está pasando el duelo. No pasa nada, simplemente nos ofrecemos.
No sé cómo puedo ayudarte, me gustaría poder hacerlo, dime tú en qué puedo hacerte estas Navidades más fáciles. O sé que la Navidad va a ser complicada para ti, como no soy capaz de que se me ocurra algo en concreto, dime tú, yo estoy disponible para escuchar, para ayudar, para lo que necesites.
Esa es la posición ideal de una persona que no conoce bien qué es lo que necesita la persona que está pasando por el duelo, pero quiere estar cerca.
Y a la persona que está pasando el duelo, ¿qué consejos se les podría dar cuando sienten esa presión de vivir el espíritu navideño?
Una de las pautas que dimos en la sesión de grupo fue, primero, ver cómo se encuentran ante esa presión. Hacer un poco de autoevaluación de qué les está haciendo sentir esa presión familiar para celebrar o para no celebrar, porque a veces tenemos presiones en ambos sentidos. Una vez que saben cómo se sienten, pensar en qué les gustaría hacer.
¿Se sienten preparados para celebrar o no? Si quieren celebrar, ¿qué quieren mantener de esas tradiciones o qué cosas quieren cambiar? A partir de ahí, lo ideal es hablarlo con el resto de la familia, planificar, tener en cuenta las opiniones de todos y tener en cuenta también cómo se van a sentir si celebran o no celebran sin estar un ser querido sentado a la mesa, por ejemplo.
Y no solo esa conversación tiene que ser entre los adultos de la familia, sino que también tienen que integrar a los niños.
¿Cómo pueden ayudar los adultos a los niños a entender y a manejar mejor su tristeza durante estas fiestas?
Fíjate, los niños a la hora de procesar una pérdida tienen una manera de comunicarla distinta. A veces se manifiesta la tristeza por cambios conductuales: están más revoltosos, más inquietos, más demandantes, piden más abrazos o tienen una regresión en el desarrollo normal del niño.
Porque un adulto que está pasando por un duelo, aunque tú no lo comuniques de forma directa, lo comunicas de forma indirecta. Entonces, ese niño que no sabe qué es lo que está pasando a su alrededor, necesita comprender qué ocurre, y por qué su madre, su padre o cualquier otro familiar se encuentra en un estado anímico diferente al normal.
Dependiendo de la edad que tenga el niño, hay que hacerlo partícipe de lo que están viviendo esos adultos. Sobre todo para que el niño no empiece a elaborar sus propias respuestas, porque puede llegar a pensar que esa persona se encuentra así por su culpa.
Entonces, por un lado, saber que van a tener esa posible regresión, sobre todo si el duelo es un duelo de una figura de apego, y por otro, poder comunicarle qué está ocurriendo dentro de la familia: Estamos tristes porque ha fallecido el abuelo y tenemos menos ganas de hacer una celebración muy grande, ¿qué te gustaría hacer por Navidad? ¿quieres hacer algo de recuerdo para el abuelo?.
De hecho, las mejores ideas que se cuentan en los grupos que hacemos en torno al duelo de Navidad, son de niños de la familia.
¿Podrías contarnos alguna de estas ideas de los niños?
Por ejemplo, una familia que decidió hacer siempre una postal a su padre, el niño lo hizo deseándole una Feliz Navidad y hablando sobre anécdotas que compartían. Y cada año empezó como una especie de homenaje al recuerdo de su padre y se quedó a partir de ahí como una tradición.
Y en otra familia, los niños hicieron bolas de Navidad personalizadas con las personas que estaban en la familia y con las personas que ya no estaban en la familia. Esto era una manera de integrar a aquellas personas que ya faltaban y hablar de ellas: esta es la abuela (bola con el nombre de la abuela), que era la mamá de tu padre y a ella le gustaba hacer una comida grande en la aldea...
A lo mejor esa abuela había fallecido hace diez años y es una buena oportunidad para hacer repaso del árbol familiar, de que los niños tomen conciencia de que las personas que ya no están permanecen en nuestro recuerdo. Que además aprendan el cariño familiar, que va pasando de generación a generación, y también, por último, que comprendan el ciclo vital, que vamos naciendo, crecemos y que fallecemos, a veces por una enfermedad como la del cáncer.
Aquí, desde la sede en Pontevedra de la AECC, ¿qué recursos se ofrecen a personas que están enfrentando un duelo?
Para las personas que están en duelo por un familiar que ha pasado un proceso oncológico tenemos el servicio de apoyo psicológico a nivel familiar y a nivel individual y, además, solemos organizar al año al menos un grupo o dos de duelo que se realiza en unas doce semanas.
Entonces, ¿sería importante hacer la preparación para afrontar estas fechas con un poquito de antelación?
Sí. Nosotros precisamente con esa idea realizamos los talleres grupales de orientación psicológica en torno a finales de noviembre, para que aún la familia esté en plena organización de lo que van a hacer este año en Navidad. Precisamente para ayudarles a la toma de decisiones y que puedan salir de la sesión reconfortados.
Na Asociación, como tenemos los servicios para el paciente, muchas veces los familiares también son usuarios de la atención psicológica o la orientación social, o acompañan a su familiar a fisioterapia, logopedia, a cualquiera de los servicios que tenemos gratuitos, entonces ya tienen ese vínculo hecho con nosotros. Cuando su familiar, si es que finalmente no supera la enfermedad, fallece, con esa psicóloga de referencia empiezan el proceso de duelo, o ya lo han empezado antes, con una preparación previa de despedida.
¿Quieres lanzar un mensaje final a las personas o familias que están viviendo un proceso oncológico en estos momentos?
Desde la Asociación Contra el Cáncer una de las cosas que siempre recomendamos es que si conocemos a alguien que está pasando por un proceso oncológico o que está haciéndose pruebas, y está pasando por esa incertidumbre, que nos llame a la Asociación.
Tenemos un teléfono gratuito las 24 horas, festivos incluidos, al servicio de los enfermos de cáncer y de sus familiares. Mucha gente va a estar en el hospital en estas fechas, y a veces es de madrugada cuando necesitas poder hablar con alguien que te escuche y te entienda, por eso es importante que sepan que funciona las 24 horas, todos los días del año. El teléfono es: 900 100 036.
Se pueden acercar también a nuestras sedes, tanto de Vigo como de Pontevedra, donde estamos los profesionales trabajando de lunes a viernes. Recomendamos, sobre todo, que se acerquen para informarse, para recibir esa primera orientación, porque a lo mejor no sentimos necesario el servicio de forma inmediata, pero una enfermedad oncológica no es una enfermedad de un solo día, conlleva tiempo.
Entonces, en ese proceso largo, a lo mejor tenemos más adelante algún tipo de necesidad, pero no encontramos el día para acercarnos a la Asociación. Y si ya hemos tenido esa primera acogida, dar el paso, es mucho más fácil.