Carmela Silva ha dado este lunes su última rueda de prensa como presidenta de la Deputación de Pontevedra y ha reconocido la victoria del PP, que va a gobernar en la institución provincial.
Como "demócrata convencida", ha querido darle sus "parabéns" al PP "con convicción" al tiempo que reconoció que el resultado ha sido inesperado y que tuvo "un erro de percepción" al no haber previsto que perderían diputados en los partidos judiciales de Pontevedra, Tui y Vigo.
"Para nada esperaba eu este resultado", reconoció Carmela Silva, que considera que fue "determinante" lo ocurrido en Baiona (partido judicial de Vigo), con un "extraordinario" resultado del PP; lo ocurrido en O Morrazo (que afecta al partido judicial de Pontevedra); y la victoria de los 'populares' en Porriño (partido de Tui).
El PP sube de 11 a 14 diputados, el PSOE baja de 13 a 9 y el BNG sube de tres a cuatro. Según la valoración de Carmela Silva, ocurrió por una "tormenta perfecta" en la que, pese a que entre el PSOE y el BNG suman el 52,07% de los votos de la provincia y el PP tan solo el 36,67%, sumaron más diputados y la mayoría absoluta para gobernar.
Así, defiende que el PSOE sumó el 33,94% de los votos, apenas un 2,63% por debajo del PP y que en la ciudad de Vigo tuvieron un "excelentísimo resultado" del que presume, pero esa "tormenta perfecta" les dejó fuera de la Deputación. Pese a que en A Coruña y Lugo el porcentaje de votos del PSOE es inferior y el del PP, mayor, sí conservarán esas dos instituciones provinciales y en Ourense incluso está en juego.
El PSOE obtuvo en la provincia de Pontevedra mayor número de votos y mayor porcentaje de votos que en el resto de Galicia, y tres veces mejores resultados que la media gallega y, pese a todo, se quedan fuera de la Deputación.
Durante la campaña electoral, Carmela Silva se mostró convencida de que conservarían la Deputación para el bipartito PSOE-BNG y este lunes reconoció que "estaba absolutamente convencida de que iamos ter un extraordinario resultado", pero la democracia es así y ella no es de echar balones fuera, de modo que reconoce la victoria 'popular' y su respeto a las reglas del juego.
Carmela Silva quiere irse "con elegancia", de modo que ha rechazado hacer valoraciones del futuro presidente o presidenta de la Deputación y anunció que van a hacer "o traspaso de poderes como hai que facelo", sin reproches y sin prejuzgar el trabajo que se realizará a partir de ahora.
Sí reconoció que "sufriría moitísimo" si se deshiciese el "avance trascental" que asegura que se logró en la provincia los últimos ocho años y que "fora cambiado para voltar ao pasado".
"Non quero prexulgar ao próximo goberno", afirmó, y tan solo se postuló al indicar que le gustaría que la futura presidenta sea una mujer. "Sempre me gusta que quen dirixa sexan mulleres. Me gusta que sexan feminista e, aínda que non o sexa, que sexa unha muller", indicó, para pasar a añadir que "o mundo durante moito tempo xa o lideraron homes, eu creo que é a hora das mulleres".
En cuanto a su continuidad como diputada provincial en la oposición, señaló que "non toca" todavía hablar de eso, sino que "merezo ter uns días para a miña propia reflexión".
Está "serenísima" y "tranquilísima", aseguró que seguirá en política como teniente de alcalde en Vigo y como presidenta del PSdeG y quiso centrarse este lunes en dar las gracias a su equipo, a sus dos gobiernos de los últimos ocho años, a los funcionarios y funcionarias de la Deputación, a quienes han confiado en ella y a los medios de comunicación. "Tiven o privilexio de gobernar esta provincia durante oito anos", concluyó.