La presidenta de la Deputación de Pontevedra, Carmela Silva, compartió este viernes su "absoluta sorpresa" ante la actuación del grupo provincial del Partido Popular "un partido de orde, de dereitas, conservador, que se ten convertido nun partido de hooligans".
La mandataria socialista se refería de este modo a la campaña iniciada por el Partido Popular en la que está cambiando los antiguos carteles oficiales en los que se anunciaban unas obras de la Deputación por otros paneles en los que denuncia la "paralización" del proyecto por parte de la administración provincial. La pasada semana hicieron este cambio en una carretera del Concello de Meis durante un acto en el que convocaron a la prensa y este miércoles se repitió la escena en la variante de Rebón, en Moraña.
Silva recordó que los populares "xa foron capaces de vir asaltar o pleno da Deputación e converterse en escrachistas" por lo que señaló que están actuando como "extremistas" haciendo "aquilo que criticaban dos que eles chaman os novos partidos" y puntualizó que ahora están poniendo estos carteles sin pedir permiso "por tanto están saltarse a lei".
En este caso, Carmela Silva puntualizó que ahora el PP está exigiendo con estos carteles que la Deputación "faga obras ilegales" ya que estos proyectos "non cumpren coa lei" en aspectos como la puesta la disposición de los terrenos necesarios o que no cuentan con las autorizaciones de Patrimonio, entre otras deficiencias.
En concreto, el proyecto de la variante para el núcleo de Rebón fue anulado en el mes de julio pasado por no tener informe de Augas de Galicia a pesar de canalizar un riachuelo, carecer de evaluación ambiental y no disponer de informe de Patrimonio aunque discurre frente a una iglesia románica del siglo XII. Incluso había un informe del arqueólogo provincial, que concluía que las obras afectaban "de forma inaceptable al patrimonio cultural de Galicia".
En la rueda de prensa convocada para informar de los asuntos de la Xunta de Gobierno, Carmela Silva recordó que la Deputación presentó "alternativas legales" tanto a la alcaldesa de Moraña como al alcalde de Meis, ambos del PP. Y subrayó que "esta administración rachou co tempo de Louzán, no que as obras se facían sen procedemento, cheas de irregularidades, sen contar cos informes preceptivos doutras administracións e incumprindo en moitos casos as normas".
Carmela Silva puso como ejemplo de esta forma de actuar del anterior gobierno presidido por el popular Rafael Louzán a la Pousada de Ribadumia que está paralizada porque fue construida en un terreno que es propiedad del Arzobispado por lo que el Concello no puede conceder la licencia. "É isto o que queren os alcaldes do Partido Popular? pois non, por aí non imos ir", dijo.
Finalmente, la presidenta de la Deputación lamentó que con este tipo de acciones de protesta el PP "engane aos vecinos", criticó Silva.