"Con este trazado, Campañó morto e soterrado", con este lema en una pancarta, vecinos de Campañó, congregados a través de la asociación vecinal Santo Paio, realizaba una marcha este viernes con el objetivo de mostrar su repulsa al proyecto de trazado para la nueva variante de Alba, que proyecta la consellería de Infraestruturas de la Xunta de Galicia.
Este colectivo de afectados muestra con esta segunda movilización en los últimos días su oposición a un proyecto que entiende va a generar un impacto en los núcleos de población de la zona. Además, los vecinos de este entorno consideran que el proyecto prevé un incremento de tráfico circulatorio y temen que se genere una mayor inseguridad vial de la que ya sufren actualmente. Recuerdan que en este entorno ya se han producido siete muertes durante los últimos años y que la creación del nuevo vial multiplicaría esta cifra.
El proyecto de la Xunta contempla una conexión entre la PO-531, la carretera que une Pontevedra con Vilagarcía, y la N-550, la carretera de Santiago. Indican que la propuesta pasará a aproximadamente diez metros de algunas de las viviendas de la zona y que, además, provocará un notable impacto visual en la parroquia.
Una de las alternativas que ven los vecinos es que el peaje de la autopista se traslade a otro emplazamiento más al norte, de forma que se contemplen otros trazados de conexión. El plazo de alegaciones al proyecto finaliza el 7 de agosto y los vecinos, según explica la presidenta ya han sido convocados por la Consellería de Infraestruturas, que lidera Ethel Vázquez, para una reunión el próximo miércoles 31 de julio.