A partir del domingo 9 de mayo, con el fin del estado alarma, apenas habrá restricciones en Galicia. La excepción serán los cinco municipios gallegos que estarán en el nivel máximo de restricciones por la alta incidencia de la pandemia de la covid-19.
Se trata de Padrón, Cualedro, Laza y, en la provincia de Pontevedra, Cambados y Vilanova.
En ellos, además de fijarse el toque de queda a las once de la noche y mantenerse el cierre perimetral, que impedirá las entradas y salida sin justificación, la hostelería estará cerrada y solo estarán permitidas las reuniones entre convivientes.
Estas medidas tendrán que ser ratificadas por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
El comité clínico fijó además, dentro del área sanitaria de Pontevedra, el nivel alto de restricciones en Marín, al que se sumarán otros ocho concellos, entre ellos los pontevedreses Salceda de Caselas y Gondomar.
En ellos, la hostelería solo podrá trabajar en terraza con un aforo máximo del 50%.
En Cerdedo-Cotobade, Vilagarcía de Arousa y Soutomaior, por su parte, serán de obligado complimiento las medidas fijadas en el nivel medio de restricciones.
En su caso, bares y restaurantes podrán ocupar el 50% de sus terrazas y el 30% de sus espacios interiores.
En el resto de los ayuntamientos gallegos estarán en el nivel medio bajo de restricciones que, entre otras cuestiones, permite un aforo del 75% en las terrazas de la hostelería y del 50% en el interior de los establecimientos.
Todas estas medidas entrarán en vigor a las 00:00 horas del próximo viernes 7 de mayo.