El gobierno local de Ponte Caldelas, que este año adoptó la medida de desdoblar el Entroido, celebrando una fiesta de disfraces a cubierto en invierno y un desfile en la calle al inicio del verano, está muy satisfecho con el resultado conseguido en esta primera edición.
El dato que más valora el equipo municipal es el "enorme éxito de público", pues los espectadores abarrotaron la totalidad del recorrido, compuesto por el paseo de la Calzada, calles del Puente, Marín y Alameda.
Aunque es difícil calcular el número total de asistentes, para el gobierno local quedó claro que fueron "varios millares de personas llegadas de diversos lugares que, una vez finalizada la hora y cuarto de desfile, llenaron los bares y cafeterías hasta bien entrada la madrugada" y disfrutaron de la verbena final que se ofreció en la Alameda después de la entrega de premios en medio de una gran animación.
La repercusión, tanto en atracción de visitantes, como en impacto económico en la villa fue "muy destacada", según estas mismas fuentes.
El jurado calificador se demoró muy pocos minutos para decidir que, en comparsas, el primer premio fuera para Os da Caña, seguidos de Os Paparrulos. En el apartado de grupos resultaron premiados, por este orden, As Marchosas de Arcade, Priscilla Raíña de Samieira, No Son dos Mariachis, Dando a Nota e Miúdos. En individual y parejas merecieron premios Los Marchosos Héroes del Entroido, La Reina de las Mariposas y los Peluchosos. Finalmente, en categoría infantil el premio fue para La Ludo Marina.
El gobierno local, formado por PSdeG-PSOE, AVP y BNG, se tomará un tiempo para recoger ahora todas las opiniones de los participantes y también del empresariado local después de esta novedosa experiencia del Entroido de Verano de Ponte Caldelas.
Se buscaba huir del frío y del riesgo siempre presente de aplazamentos por culpa de la lluvia y los temporales. El acierto, desde ese punto de vista fue total. La respuesta del público fue espectacular y el único punto débil está en el menor número de comparsas participantes, debido a las dificultades que muchas alegan para reunirse en estas fechas. Aun así, las impresiones a pie de calle en Ponte Caldelas eran más que positivas.
El jurado calificador mantuvo las primeras conversaciones con los participantes en las distintas categorías, donde la satisfacción era la nota predominante. Por este motivo, indicaron que estan ante una experiencia que "necesita algunos años para acabar de coger cuerpo", sobre todo en el apartado de comparsas. No obstante, fue muy mayoritaria la impresión de que el éxito de lo vivido ayer en Ponte Caldelas animará a muchos ayuntamientos a programar para finales de junio, e incluso principios de julio, y acabar así, definitivamente, con los inconvenientes meteorológicos del Entroido en invierno.
El otro gran objetivo era conseguir un verdadero ambiente festivo aprovechando el tirón del Entroido, pues en invierno es habitual la huida general justo después del final del desfile. La gran diferencia con este año estuvo, no sólo en la mayor afluencia, sino en que todo ese público llenó después de ambiente nocturno a la calle y a la hostelería local. Un aspecto que el gobierno local valora especialmente pues aseguran que las fiestas deben ser, antes que nada, un polo de actividad económica.