La solidaridad de la comunidad educativa del IES Seoane y su trabajo de los últimos meses ya tiene destinatario final. Las mantas tejidas a mano por alumnado, profesorado y familias saldrán entre este miércoles y este jueves hacia los campos de refugiados de Lesbos, Idomeni y Tesalonica, en Grecia; y los de Malta, Jordania y Siria y la ONG encargada de su reparto, Families4peace, ya les ha dado alguna pista sobre a quién llegarán.
Los datos finales es imposible conocerlos, pero sí conocen detalles curiosos como que una de las mantas será para una refugiada afgana de 107 años que vive en uno de los campos de Lesbos, Kara Teper, una pieza de abrigo que siempre le resultará útil, pero mucho más en el momento actual en el que la ola de frío se está cebando con los refugiados que malviven en campos de refugiados de toda Europa, en especial con los más de 60.000 asentados en los griegos.
En este centro educativo de Monte Porreiro han puesto el mismo cariño en la elaboración de las mantas que en la recogida de ropa de abrigo para que ayude a los refugiados a hacer frente a las temperaturas bajo cero a las que se enfrentan a diario, y no menos en el trabajo de empaquetado de todo el material.
Finalmente, han sido 70 cajas de ropa de abrigo entre la recogida en Monte Porreiro y la que les llegó desde la facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte del campus de Pontevedra. A mayores, hay que sumarle un total de 50 manos de distintos tamaños, la mayoría de 2x1,5 metros, elaboradas en el centro.
Todo este material lo enviará a los campos de refugiados la ONG Families4peace en el marco de la campaña 'Abriga tu corazón' a través de la Fundación Seur. Una vez en los campos, se distribuirán en función de las necesidades con la intención de cubrir todas las demandas y no conocerán las caras de quienes se beneficien de la ropa donada, pero Families4peace sí les adelantó que podrán poner cara a quienes reciban las mantas que han tejido con sus propia manos.
En Monte Porreiro saben que toda ayuda es poca para quienes han tenido que dejar su casa huyendo de la barbarie de los enfrentamientos armados en sus países, pero confían en poder llegar a todos y se sienten especialmente orgullosos de la presencia de cajas con ropa y mantas para bebés, pues el frío no entiende de edad y la solidaridad tampoco.