Cae un hombre que estafó a vendedores de cupones en Marín y Sanxenxo

Marín
06 de febrero 2018

Once estafas imputa la Policía Nacional a un hombre de 60 años, vecino de Ourense, que ha sido detenido por timar a personas de "gran vulnerabilidad" y con problemas de movilidad. Entre sus víctimas, figuran vendedores de cupones de Marín, Sanxenxo y Vigo

Comisaría de la Policía Nacional de Marín
Comisaría de la Policía Nacional de Marín / Daniel Santomé

Once estafas imputa la Policía Nacional a un hombre de 60 años, vecino de Ourense, que ha sido detenido por timar a personas de "gran vulnerabilidad" y con problemas de movilidad. Entre sus víctimas, figuran vendedores de cupones de Marín, Sanxenxo y Vigo.

Todos los estafados, en su mayoría de edad avanzada, destacaron las habilidades y artimañas del detenido con las que logró ganarse su confianza y convencerles para que le entregaran diversas cantidades de dinero.

La primera denuncia contra este individuo, al que le constan antecedentes por hechos similares en diferentes ciudades de la geografía española, se presentó el 20 de septiembre en Marín.

Un vendedor de cupones explicó que se le había acercado un hombre que le solicitó cambiar dinero. Le dijo que trabajaba en una tienda cercana y que necesitaba cambiar dos billetes de 500 euros que tenía en el establecimiento. El estafado accedió a darle 1.000 euros en billetes pequeños y cuando acudió a la tienda a buscar el dinero averiguó que éste no trabajaba allí.

Una segunda estafa se cometió días después utilizando el mismo método. Se acercó a otro vendedor y le solicitó cambio. En este caso el vendedor le hizo entrega de 500 euros fraccionados en billetes y monedas de distintas cantidades.

A raíz de las investigaciones, los agentes comprobaron que en Vigo se había presentado una denuncia muy parecida y, ya en octubre, se reprodujo una estafa similar en Sanxenxo.

En este caso, el detenido se detuvo con su coche ante una parada de autobús y se dirigió a la víctima para invitarle a subir y trasladarle a su domicilio.

Durante el trayecto, el conductor le explicó que necesitaba un cambio de dinero urgentemente. Tras ganarse su confianza, la víctima le hizo entrega de 950 euros en billetes de diferente valor que tenía en su domicilio.

Según la Policía, la clave de su éxito estaba en su facilidad de palabra y su capacidad para ganarse la confianza de las víctimas con habilidades y artimañas.

Sus víctimas eran siempre personas de edad avanzada a las que abordaba en paradas de autobús con la excusa de llevarlas amablemente a su domicilio, víctimas vulnerables ampliando en este caso el ámbito de actuación a trabajadores que presentan distintas discapacidades físicas, entre ellas la visual.

El detenido se ganaba la confianza de las víctimas haciéndoles creer que tenía gran poder adquisitivo y afirmando ser propietario de locales de hostelería, gasolineras o empresas. Decía necesitar cambio en efectivo, ya que las entidades bancarias no se lo daban si no lo solicitaba con antelación.