Agentes de la Policía Científica, con un laboratorio móvil llegado desde Madrid, están investigando desde primera hora de la mañana en las inmediaciones de la capilla de San Mauro, intentando localizar vestigios en relación con el caso de la desaparición de Sonia Iglesias.
La investigación se está llevando a cabo en la casa, propiedad de la familia Araújo, que se encuentra junto a la capilla. Julio Araújo, que entonces era pareja de Sonia Iglesias, se encuentra en la vivienda acompañado por los agentes de la Policía Nacional presenciando la búsqueda, pero no se encuentra detenido.
Tras cinco horas de registro, los trabajos se han suspendido hasta la tarde.
La zona ha sido acordonada. Se ha utilizado un georradar en la finca de 800 metros cuadrados en la búsqueda de algún indicio de la presencia del cuerpo y varias patrullas policiales más se han ido acercando a lo largo de la mañana hasta esta vivienda. El comisario de la Jefatura Provincial, Manuel Bouzas, también ha acudido al lugar, en donde además se encuentran unidades de la Policía Local.
Este domicilio ya había sido analizado en su día. Los investigadores centran sus esfuerzos en tres puntos. Se ha excavado parte de la finca, en donde se están realizando diversas catas. Además, se ha examinado un pozo artesanal de agua y una fosa séptica.
También están en el recinto los bomberos del Parque de Bomberos. El equipo de investigación, con su colaboración, bombeó también el pozo artesanal de agua de la propiedad e hizo diversas catas con el georradar. Agentes de la Policía Científica han sacado ya de la vivienda varias cajas con pruebas recogidas durante este registro.
El registro causó un gran revuelo en la zona de San Mauro y fueron muy numerosos los vecinos que acudieron hasta la zona interesados por el amplio despliegue de policías y medios de comunicación, con varias decenas de periodistas trabajando en la zona.
En total, la Policía Nacional desplegó una treintena de agentes entre efectivos de distintas unidades de la propia Comisaría de Pontevedra -de seguridad ciudadana y de la Policía Científica- y otros desplazados desde la Jefatura Superior de Policía de Galicia y de la Comisaría General de la Policía Científica de Madrid. Además, hay varios vehículos de actuaciones especiales de la Policía Científica y el laboratorio móvil de esta unidad, desplazados todos desde Madrid.
A lo largo de la mañana también se desplazaron hasta la zona familiares de Julio Araújo, que siguieron el registro desde el exterior de la propiedad, y se pudo ver cómo pasaban en coche familiares de Sonia Iglesias, si bien ninguno de ellos se detuvo en el lugar del registro.
Los vecinos confirmaron que en la vivienda que se está registrando vivieron Sonia y Julio durante sus primeros momentos de relación. Poco después de ser padres se mudaron y la casa pasó una larga temporada desocupada. El siguiente morador fue el hijo mayor de Araújo, fruto de una anterior relación, pero hace ya tiempo que la casa volvía a estar deshabitada y, de hecho, llevaba años a la venta.
La abogada de la familia de Sonia Iglesias, con el que se ha puesto en contacto PontevedraViva, señala que no tienen conocimiento de esta nueva investigación.
La Subdelegación del Gobierno, sin embargo, confirma que se están realizando investigaciones en el marco del caso Sonia Iglesias, tal y como se venía haciendo hasta ahora.
Sonia Iglesias desapareció en Pontevedra el 18 de agosto de 2010. Su pista se perdió tras acudir a una zapatería en la calle Arzobispo Malvar. Desde ese momento arrancó un proceso de búsqueda en el que no se encontraron pistas para esclarecer qué pasó y en donde está la mujer.
Entonces, Sonia tenía 38 años. Julio Araújo, su pareja sentimental y padre de su hijo, fue la única persona que acudió a declarar en calidad de investigado, actual figura del imputado. Él fue la última persona que vio con vida a Sonia. Finalmente, se retiró su imputación. En 2015, la investigación fue archivada.