El Centro Social do Mar acogió este martes un emotivo acto de homenaje, a través de un pleno extraordinario en el que Juan Veiga Alfonso fue nombrado Hijo Adoptivo de Bueu. El acto estuvo lleno de momentos de intensa emotividad, ya desde el primer momento cuando el concejal de cultura, Carlos Eirea, se refirió a Don Juan como "un hombre bueno y generoso" al que se rinde un "homenaje de justicia".
La música la puso José Rocha Puga, maestro de violonchelo del conservatorio cangués y, tras la primera parte en la que se tomó el acuerdo plenario, se pasó a una segunda en la que el alcalde de la villa, Félix Juncal, hizo entrega a Juan Veiga de una insignia y un diploma del Concello de Bueu, y no quiso perder la oportunidad de recordar sus momentos personales con el homenajeado, y también un pequeño discurso en nombre de toda la corporación.
En él comenzó destacando que "compartimos un mismo sentimiento", apelando a la unanimidad de todos los concejales y ciudadanía a la hora de hacer este nombramiento a una persona que a lo largo de 44 años se caracterizó por "su dedicación y buen hacer en su trabajo y en el compromiso con la sociedad". Juncal expresó la emoción y el agradecimiento de todo un pueblo hacia la figura de Juan.
Finalizó el acto el protagonista, Don Juan, recordando los primeros años pasados en Bueu y como poco a poco esta tierra se fue convirtiendo en suya, a pesar de haber vivido en ella momentos buenos y malos, y que es en definitiva "mi pueblo, os quiero mucho", palabras tras las que el público explotó en un aplauso intenso.
UNA VIDA DE SERVICIO
Don Juan Veiga Alfonso trabajó ininterrumpidamente durante 44 años en la villa de Bueu desempeñando distintos puestos en el ámbito de la salud, tanto como practicante, ATS o incluso enfermero.
Su andadura en la villa morracense comenzó en el año 1973, cuando un joven e ilusionado Juan Veiga llegó para hacer un relevo del practicante titular. Dos meses iniciales que se suceden con una interinidad para luego, tras haber aprobado las oposiciones en Madrid, tomar posesión como enfermero titular de Asistencia Pública Domiciliaria.
Las limitaciones del sistema de aquellos años hicieron que, ante la demanda de población, Juan Veiga estableciera una consulta propia que había dado respuesta a las necesidades sanitarias que no podían ser cubiertas por un sistema sanitario precario. En estos primeros 16 años dedicó completamente a este trabajo, por el que no cogió ni siquiera vacaciones.
Aparte del campo sanitario, Don Juan Veiga se implicó en la vida social y siempre se mostró dispuesto a colaborar con cualquier entidad que solicitaba su participación en cualquier esfera social. Tal es el caso del cargo que desempeñó en el club de remo Vila de Bueu, del que fue remero, patrón y presidente. También formó parte del equipo de fútbol sala de la Casa del Mar, compuesto por profesionales del campo sanitario, y hasta fue profesor de música informal apoyando a la juventud inquieta de la Banda do Río.
Los méritos para este reconocimiento son muchos pero, tal y como recoge el concejal de cultura en su propuesta, "no es la de Don Juan una historia de títulos, cargos, premios y otros méritos, sino que es una historia de intangibles que llenaron de salud y alegría a vida de un gran conjunto de ciudadanos".