El trazado elegido para el segundo tramo de la A-57, que prevé unir los lugares de A Ermida y Pilateiros, ha puesto en pie de guerra a los vecinos de las parroquias de Bora y Xeve.
"Non somos dous afectados, somos moitos. Van a desfacer as parroquias", ha asegurado Estela Eirín, portavoz de la plataforma de afectados.
Esta plataforma ha organizado una asamblea en la que han participado cientos de personas de Bora, San Andrés de Xeve, Santa María y Verducido para conocer los detalles de este trazado e interesarse por las afecciones que supondrá sobre todo este ámbito.
Además de las decenas de casas que serán expropiadas y derribadas, según sostienen los afectados, cerca de doscientas casas quedarán a pocos metros del trazado, teniendo que sufrir ruidos por encima del límite permitido.
"Afectados somos todos", ha explicado Suso Castro, presidente de la comunidad de montes de Xeve, sobre las afecciones a centenares de viviendas que sufrirán problemas de abastecimiento de agua o grietas en las estructuras, como ha pasado en el primer tramo Vilaboa-A Ermida.
María del Carmen Tenorio, también portavoz de la plataforma, ha advertido que "imos estar todos unidos e van vernos na rúa", apostando por llevar este conflicto al centro de la ciudad porque "isto non vai resolver os problemas de tráfico de Pontevedra".
Vecinos y miembros de la plataforma se han emplazado a trabajar conjuntamente, aunando fuerzas y creando red, para frenar el trazado A Ermida-Pilarteiros, en el segundo tramo y el tercero, que es la continuación de la A-57 por Santa María hasta el municipio de Barro.