BNG y PSdeG-PSOE no tienen prisa para sentarse a negociar un nuevo pacto de gobierno en Poio. "Esta semana comenzaremos a falar", explicó este lunes el alcalde en funciones, Luciano Sobral. La fecha no está fijada todavía, un detalle al que el líder del BNG resta importancia porque "nos vemos todos os días", ya que los concejales de ambos partidos siguen trabajando en el Concello. Sea como sea, dijo, "non haberá problema pola nosa parte".
Luciano Sobral confía en que vaya a haber "certa continuidade no equipo", ya que entiende que las elecciones municipales del pasado 24 de mayo demostraron que los vecinos de Poio quieren que el bipartito entre socialistas y nacionalistas "debe seguir funcionando" después de la fructífera experiencia en los últimos ocho años.
"As cousas funcionan e o resultado é coñecido", afirmó Sobral, quien reiteró que el BNG apuesta por "ser consecuentes" con la voluntad de los vecinos y formar un nuevo equipo "para seguir mellorando o concello".
En todo caso, Luciano Sobral insistió en que el BNG afronta esta negociación "con tranquilidade" porque, según señaló en rueda de prensa, "somos maiores e peinamos moitas canas como para discutir sobre cuestións menores".
Sobral destacó que durante los próximos cuatro años la situación política del municipio será similar a la de 2007 -siete ediles para BNG y PP y tres para el PSdeG-PSOE-, aunque con la diferencia que, en esta ocasión, son los nacionalistas la fuerza más votada en Poio. Tampoco han logrado representación otras opciones políticas, por lo que seguirán siendo tres, al igual que en los últimos 20 años, los grupos de la corporación.
El próximo 13 de junio se formará la nueva corporación y para esa fecha, dijo, "vai a estar todo pechado".