La reciente destrucción de un petroglifo en el parque arqueológico de arte rupestre de Campo Lameiro llevó al BNG y Alternativa Galega de Esquerda (AGE) a sembrar todo tipo de dudas sobre la gestión privada de las instalaciones, de las que es concesionaria la empresa Espiral Gestión Cultura desde 2012.
La diputada nacionalista Ana Pontón presentó una iniciativa parlamentaria y los diputados de AGE Xabier Ron y Ramón Vázquez hicieron sus preguntas a través de una proposición no de ley para su debate en comisión, ambas iniciativas centrándose en la destrucción del petroglifo supuestamente por cometidos de desbroce con cadenas metálicas.
Pontón pide responsabilidades por lo acontecido y aplicar con rigor la ley en materia de protección y conservación del patrimonio. Además, califica de "error grave" que la Xunta de Galicia haya adjudicado "a dedo" la gestión del parque a una empresa de familiares vinculados al Partido Popular.
La diputada del BNG exige a la Xunta una "actuación contundente" y pregunta en qué momento tuvo conocimiento de los daños y qué valoración le merecen a tenor de las ultimas declaraciones de responsables de la consellería de Cultura que niegan su gravedad alegando que las tareas de limpieza no afectaron gravemente el diseño de espiral prehistórica grabada en la roca.
AGE exige, por su parte, someter el parque arqueológico de campo a una auditoría como primer escalón de cara a la gestión "plenamente pública" del mismo con el objetivo de evitar situaciones de degradación y deterioro porque Espiral "estropea petroglifos y asiste inmóvil al deterioro de instalaciones pagadas por toda la ciudadanía".
Ron y Vázquez también recuerdan que uno de los fundadores de Espiral Gestión Cultura es un destacado miembro del Partido Popular y aseguran que sobredimensiona la asistencia de gente y maquilla los datos económicos, carece de libro de reclamaciones y de registro de incidencias y "ni siquiera está dotada del personal adecuado ni de las condiciones laborales adecuadas".
En su proposición no de ley AGE también reclama una sanción por la destrucción del petroglifo y el incumplimiento de las condiciones de servicio, que la empresa se haga cargo de los gastos de restauración y la gestión pública del parque de Campo Lameiro. En caso contrario, exigen que Espiral Gestión Cultural no vuelva a encargarse de los servicios en el lugar.