En el orden del día de la Xunta de Goberno celebrada este viernes figuraba una solicitud de revisión de precios presentada por la empresa Serviocio BeOne en el contrato de concesión para la explotación del centro deportivo de Campolongo.
Concretamente, BeOne solicita subir un 2,5% las tarifas a los usuarios del gimnasio y las piscinas de Campolongo.
Antes de tomar una decisión, el Gobierno local ha encargado a los servicios técnicos que elaboren un informe al respecto.
Como concesionaria de un servicio municipal, la empresa BeOne puede apelar al restablecimiento del equilibrio económico-financiero de la concesión, en este caso justificada por la subida del IPC, el incremento general de los precios, las energías y el coste de la vida.
Cabe recordar que está pendiente otra reclamación económica de Beone, que ha llevado al Concello de Pontevedra a los tribunales para pedirle una compensación de 418.551 euros por los efectos negativos de la pandemia del coronavirus. En caso contrario, Serviocio pedía que se ampliara su concesión para compensar esas pérdidas con más años de contrato para gestionar este complejo deportivo.
Después de que los técnicos municipales estudiaran el asunto, el Concello les ofreció condonar el aval que debe pagar por explotar estas instalaciones. BeOne no pagaría las cantidades correspondientes a los años 2020, 2021 y parte de 2022. Lo que, en total, supondría que la empresa dejaría de pagar a las arcas municipales algo más de 155.000 euros, un ahorro que a los directivos de BeOne les ha parecido escaso ante la caída de ingresos y por eso, al no llegar a un acuerdo, han judicializado su reclamación.