El Concello de Ponte Caldelas llevó a cabo una operación de acolchamiento con paja y centeno en los terrenos forestales quemados tras los incendios del 15 de octubre. Esta iniciativa está comenzando a dar muy buenos resultados.
El Concello caldelano comenzó a desarrollar este operativo a lo largo del mes de noviembre, gracias a la campaña municipal de voluntariado que involucró a cientos de personas. Un total de 200 ciudadanos de diversas partes de Galicia se acercaron a trabajar con los vecinos de Ponte Caldelas, en las cuatro jornadas en las que se llevó a cabo esta tarea de mulching y siembra, en la que un total de 30 toneladas de paja y una tonelada de granos de centeno fueron esparcidos.
Gracias a este operativo, se logró proteger las 30 hectáreas más sensibles de las aproximadamente 2.900 que ardieron en Ponte Caldelas, y cuatro meses después de los incendios los resultados de esta iniciativa comienzan a ser visibles, con una gran diferencia entre las zonas acolchadas y el resto del monte.
Las zonas prioritarias fueron las que se encontraban en pendiente, próximas a los manantiales de las traídas de aguas vecinales.
El traslado gratuito de los fardos de paja hasta el monte fue posible gracias a la implicación de las comunidades de montes del municipio.
El alcalde, Andrés Díaz, en representación del gobierno local, afirma que “la apuesta por el voluntariado fue un acierto, porque después del 15 de octubre había una gran sensibilización social, mucha gente con ganas de ayudar y venir a echar una mano, y Ponte Caldelas se convirtió en la oportunidad de hacerlo”.
Además destaca que fueron jornadas “de un intenso trabajo, pero también de una gran satisfacción personal, porque tuvimos la oportunidad de convivir con mucha gente que venía de fuera y que trabajó duro por echarnos una mano cuando más lo necesitábamos”.
Así mismo, el Concello de Ponte Caldelas, ensayó actuaciones consistentes en la colocación de barreras naturales, con la utilización de troncos, en zonas de fuerte pendiente.