Campelo ha mostrado este viernes su indignación ante la decisión de Abanca de cerrar su sucursal bancaria el próximo 8 de septiembre. Cerca de medio millar de personas han secundado la manifestación convocada por el Concello para exigirle a la entidad que rectifique.
La comitiva, tras una pancarta en la que se podía leer "Poio en pe! A oficina de Campelo non se pecha", se concentró a las puertas de la oficina de Abanca, en la calle Pedro Soto, tras lo cual se dirigió hasta la Praza da Granxa.
Allí, los portavoces de los cuatro grupos políticos con representación en la corporación leyeron una declaración institucional en la que expusieron los motivos por los que consideran que esta decisión es "injusta", al suprimir un servicio presencial "imprescindible" para los ciudadanos.
Tras destacar la "gran pérdida" que supone el cierre de la sucursal de Abanca para la zona, los políticos municipales han criticado que la entidad "solo vela por sus beneficios económicos" y han censurado la "complicidad" de la Xunta de Galicia desde la malograda fusión de las cajas.
Además, la corporación ha manifestado su "total disconformidad" con la decisión "unilateral" de Abanca de cerrar la oficina de Campelo y lamenta que la dirección del banco no haya atendido, al menos hasta el momento, las peticiones realizadas desde el Concello.
A raíz de esta decisión, Poio ha acordado cerrar todas sus cuentas bancarias y retirar todos los fondos económicos que tiene depositados en Abanca y han avanzado que buscarán alternativas para recuperar el servicio bancario a través de otra entidad.