Turismo en familia, para disfrutar del aire libre y lejos de grandes ciudades y aglomeraciones. Es el perfil de las vacaciones de la nueva normalidad. Las restricciones al movimiento todavía se mantienen, pero las reservas de autocaravanas y casas rurales ya se están disparando.
"Ahora llama más gente preguntando por casas rurales porque están más aisladas, habrá que esperar a septiembre, pero pensamos que la tendencia se mantendrá todo el verano, mientras duren los efectos de la Covid-19", afirma el presidente del Clúster de Turismo de Galicia, Cesáreo Pardal.
"Estamos teniendo un aumento considerable de consultas y las empresas de alquiler y venta sí que nos dicen que están notando un mayor interés", reconoce el presidente de la Asociación Galega de Autocaravanas, Manuel Arruti.
Sus datos los confirma Maika Rodríguez, propietaria de Sustraiak Autocaravanas, una empresa de alquiler de estos vehículos en Pontevedra. "En verano siempre solíamos llenar, pero nunca tan pronto y tan a largo plazo", admite la empresaria, a la que ya apenas le quedan fechas libres para la temporada alta. "Estamos teniendo reservas ya para noviembre", remarca.
Ambas modalidades de turismo tienen un rasgo común: el aislamiento. "La gente quiere alejarse de las grandes ciudades, en verano todos quieren ir a la playa y si coges una casita en el rural con piscina huyes de ese posible contagio", explica Pardal una de las causas de este boom del turismo rural.
En el entorno de las Rías Baixas, las que mayor interés están suscitando son las de la comarca del Deza y Tabeirós, explica el dirigente. "El perfil principal son familias y buscan contacto con el paisaje y una experiencia diferente", detalla Pardal haciendo hincapié en el trato cercano entre clientes y propietarios de este tipo de alojamientos.
"La gente quiere salir y con una autocaravana, no hay contacto con otras personas", resume Rodríguez haciendo referencia a los efectos de la pandemia y al efecto llamada de un sector que en las últimas semanas incrementó su presencia en los medios de comunicación como una de las pocas salidas seguras para disfrutar de un viaje este verano.
Familias con hijos y grupos de amigos son los principales usuarios de este tipo de vehículos que, en el caso de Sustraiak, mantiene los mismos precios a pesar del notable incremento de la demanda. "No procede subirlos ahora", confiesa Maika.
DUEÑOS DE PISOS TURÍSTICOS: "ESPERAMOS SALVAR LA TEMPORADA"
Otra de las modalidades a las que la desescalada por la pandemia de la Covid-19 le está generando un incremento de la demanda es la del alquiler de viviendas turísticas. "Para agosto ya tenemos muchas reservas", explica la presidenta de la Asociación de Viviendas Turísticas de Galicia (Aviturga), Dulcinea Aguin.
Aunque el mes de julio está todavia en el aire porque los principales usuarios proceden del noroeste peninsular y el movimiento entre comunidades está todavía en el aire, desde el colectivo son optismistas y "esperamos salvar la temporada", reconoce Aguin.
El interés por alquilar una casa de este tipo se extiende por todos los municipios de la provincia, aunque desde Aviturga admiten que "puede resentirse un poco" en las grandes ciudades o en el trazado del Camino de Santiago.
Otro aspecto novedoso con respecto a años anteriores es que los turistas preguntan mucho por la política de cancelación. Además, están notando también un trasvase de usuarios a este sector que habitualmente solían hospedarse en hoteles o cámpings.
La pandemia del coronavirus obligó a cambiar los hábitos de la población, pero la necesidad de desconectar y disfrutar de las vacaciones existe. Pero será un turismo adaptado a una nueva normalidad, a la que casas rurales, viviendas turísticas o autocaravanas están mejor adaptadas.