Así se lucha contra la ciberdelincuencia en Pontevedra: con más agentes y el aumento de delitos estabilizado

Pontevedra
14 de enero 2023

El inspector Juan José Varela, jefe de la unidad Udef-Ciberdelincuencia, es la cara visible de un equipo que, desde el pasado verano, ha crecido un 40%. Ante sí tienen un tipo de delincuencia que desde 2016 ha tenido un incremento "muy notable" en toda España y se ha disparado durante la pandemia, si bien en los últimos meses en Pontevedra "se ha estancado" 

Agente de la Policía Nacional de la unidad Udef-Ciberdelincuencia de Pontevedra
Agente de la Policía Nacional de la unidad Udef-Ciberdelincuencia de Pontevedra / Mónica Patxot

En las dependencias de la unidad Udef-Ciberdelincuencia de la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra se reciben a diario denuncias por delitos cometidos a través de Internet. Ciudadanos que han sido víctimas, fundamentalmente, de estafas en distintas modalidades y buscan una solución a problemas que pueden llegar a dejarles arruinados. Para resolverlos, cuentan con agentes especializados que van deshilando los complejos hilos de la Red que ocultan a los ciberdelincuentes hasta dar con el responsable. 

El inspector Juan José Varela, jefe de la unidad Udef-Ciberdelincuencia, es la cara visible de un equipo que, desde el pasado verano, con el último concurso de plazas policiales, ha crecido un 40%. Está conformado por policías con un perfil determinado, "más técnico" que en otras unidades, pero para formar parte de este grupo tampoco es necesario ser programador, sino "conocer las herramientas y saber utilizarlas". 

Ante sí tienen un tipo de delincuencia que desde el año 2016 ha tenido un incremento "muy notable" en toda España y se ha disparado durante la pandemia de la covid-19 al aumentar el uso de las nuevas tecnologías para realizar compras o relacionarse, si bien en los últimos meses en Pontevedra "se ha estancado" .

En la Comisaría de Pontevedra "se han estabilizado" y tienen ahora "números similares a la etapa pre pandemia", según explica Varela, pero siguen recibiendo denuncias a diario y están seguros de que hay muchas más víctimas que no denuncian. 

Las denuncias no aumentan, pero sí han notado un incremento del importe económico estafado. Antes solían ser delitos con importe inferior a los 400 euros, pero ahora la cantidad ha registrado un "aumento importante" tanto en los delitos con víctimas particulares como los que afectan a empresas. En el último semestre de 2022 han tenido una estafa de más de 200.000 euros y se sigue investigando por si hay más víctimas afectadas.

El delito más frecuente que se investiga en la Comisaría de Pontevedra es el fraude bancario, que supone alrededor del 80% de las denuncias recibidas. Y eso a pesar de que las entidades bancarias realizan de forma continua todo tipo de avisos a sus clientes para que no caigan en imprudencias o no 'piquen' con algunas de las estafas más frecuentes, como el phishing (suplantación de identidad), envío de recibos bancarios falsos, instalación de software malintencionado  o robo de datos de tarjetas, entre otros.

Para evitar tanto estos fraudes como, en general, el resto de delitos cometidos a través de Internet, Varela tiene un consejo básico: "tomar las precauciones del mundo físico".

Según han detectado en la unidad, "los protocolos de seguridad en las empresas han mejorado bastante", de modo que son más frecuentes las víctimas entre particulares. En todo caso, a unos y otros les hace la misma recomendación, "sentido común", pues hay estafas más trabajadas que puede resultar complicado evitar, pero otras que son "burdas" y acaban teniendo víctimas por falta de precauciones.

Así, hay pontevedreses que siguen picando en la estafa en la que reciben una llamada de Microsoft pidiendo datos de sus dispositivos y los facilitan y otros que reciben un mensaje en nombre de una empresa de paquetería y, estén o no pendientes de un pedido, pinchan igualmente, regalando todos sus datos a los estafadores. En ambos casos, la precaución básica es la misma, la que se adopta en el día a día: no facilitar datos personales a desconocidos. "Nunca pinchar", indica el inspector Varela como recomendación ante cualquier sms, whatsApp, correo electrónico recibido.

Cuando se navega por Internet, el ciudadano realiza gestiones impensables en persona como facilitar contraseñas o datos identificativos o realizar pagos transferencias sin verificar previamente el destinatario. "Te piden los datos del banco, les facilitas las claves y les has dado las llaves de tu casa. Has contratado un sistema de alarma con la máxima seguridad, pero le has dado las llaves y la clave de la alarma", explica.

En la Udef se han dado cuenta de que no existe un perfil de víctima, sino que las han tenido de todas las edades y circunstancias formativas y sociales, tanto nativos digitales como aquellos a los que las nuevas tecnologías les han llegado de mayores. Es el caso, por ejemplo, de los "jóvenes que son nativos, pero no son conscientes de las consecuencias de sus actos".

En la actualidad, hay más víctimas estafadas a través del uso del teléfono móvil, pero el inspector Varela no quiere demonizar ningún dispositivo porque "ahora se usa más el móvil, lo usamos desde que nos levantaos hasta que nos acostamos" y eso genera muchas más posibilidades de que nos estafan a través de él, pero solo por probabilidades, no porque sea más o menos seguro.

Ni en los móviles ni en los ordenadores es cuestión de marcas, sino que este especialista asegura que todos "ya tienen las herramientas para protegernos" y "hay mucha información para poder informarte y elegir luego el que más se adecúe a ti, cada uno tiene sus necesidades", la cuestión es luego el buen o mal uso que le dé cada uno. 

Lo mismo ocurre con las redes sociales, que no son una mala herramienta, sino que están muy extendidas entre la población y el problema está "en el uso que se hace de ellas", pues hay personas que las utilizan mal y se facilitan a través de ellas datos sensibles como, por ejemplo, fotografías

En cuanto a los delincuentes, hay dos perfiles. Por un lado, están las organizaciones criminales organizadas, muchas veces procedentes del extranjero y que operan desde países opacos y con unos sistemas complejos. Por otro, el delincuente tradicional que carece de formación específica y "solo necesita entrar en la dark web y comprar las herramientas necesarias". Estos cometen las estafas más sencillas.

Cada vez, los delincuentes se van especializando más, utilizando métodos más complejos para ocultar su rastro en la red, pero el inspector Varela también aclara que "cuando un delincuente comete un delito, siempre va a dejar algo, siempre va a dejar un vestigio". A pesar de que "cada vez hay herramientas más potentes para evitar ese rastro, para anonimizar, nuestras herramientas también son cada vez más potentes" para ir tras ellos.