María Victoria Moreno nació en Valencia de Alcántara, Cáceres, pero era muy joven cuando se mudó a trabajar a Pontevedra y ya no marchó, pues quedó enamorada de la ciudad, de la tierra y de la lengua.
Los últimos años de su vida residió en el número 15 de la avenida de Vigo, un edificio, una calle y una zona de la ciudad en la que difícil era mientras ella vivía encontrar vecinos que no la hubiesen visto pasear sus perros o parar a charlas con sus amigos y 'cachorros' (como ella llamaba a sus alumnos). Tras su muerte en 2005, y con motivo de su homenaje con el Día das Letras Galegas, el Concello quiso que ya ninguno se olvide de que allí fue donde vivió.
Desde este martes 1 de mayo, una placa recuerda en el portal: "Nesta casa viviu María Victoria Moreno". Además, como un homenaje a su obra y al amor a la lengua gallega que la caracterizó durante toda su vida adulta, añade la frase: "Se estou coa xente que amasa o meu pan e mais colle no mar os peixes da miña mesa, tamén quero falar con eles, falar a súa fala".
La placa es uno más de los homenajes organizados por el Concello de Pontevedra a la figura de la escritora y profesora y se hizo pública este martes con un acto sencillo que contó con la presencia de su hija, su nieta y su viudo, así como de sus amigos y, a nivel institucional, el presidente de la Real Academia Galega, Víctor Freixanes; los concejales del grupo de gobierno Alberto Oubiña, Luis Bará y Carmen Fouces; y representantes del Partido Popular de Pontevedra como Jacobo Moreira, María José Rodríguez Tieso y José Luis Martín.
El acto lo cerró una interpretación del himno gallego, pero, previamente, Carmen Fouces leyó unas palabras que le hizo llegar el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, a quien le fue imposible acudir al acto. En ellas, recordó que María Victoria Moreno es la "protagonista absoluta neste ano en Pontevedra" y está protagonizando actos que permiten "situala no lugar que debe ocupar dentro da cultura galega".
Lores considera que su producción literaria propia, sus traducciones, su docencia, su labor cultural, son escalones de una vida "entregada á supervivencia cultural de Galiza" a través de un labor abnegado y empecinado: "ensinar, prender a luz aínda nun escenario de tebras como o último terzo do franquismo, remar a prol do desenvolvemento humano e cultural das xentes da súa cidade, do seu contorno".
Destacó también que María Victoria Moreno fue "unha namorada de Pontevedra e das súas xentes" y que esta placa es "un tributo de homenaxe e identificación coa cidade que tan orgullosa se sente de tela tido como veciña, mestra".