Andrés Díaz, alcalde de Ponte Caldelas, anunciaba este jueves en redes sociales que la Xunta de Goberno Local había licitado la demolición del "mamotreto" de hormigón perteneciente al Balneario de la villa por un importe de 250.000 euros.
El próximo lunes 26 de agosto, el Concello de Ponte Caldelas publicará en la Plataforma de Contratos esa licitación para que las empresas presenten ofertas para llevar a cabo el derribo.
Díaz señala que este proceso duró los nueve años que lleva en la alcadía.
Relata que durante tres años fue necesario negociar con el denominado "banco malo", el Sareb, la compra de los terrenos.
Después llegó la pandemia y fue necesario paralizar el procedimiento durante dos años.
Los trámites administrativos llevaron tres años con analíticas e informes vinculantes con Minas y con Sanidad, según relata Díaz, para obtener la declaración de uso lúdico-termal del agua.
Después se iniciaron las conversaciones con Augas de Galicia, durante dos años, para lograr la autorización que permitiera la demolición y el relleno de los terrenos para devolverlos al estado original.
"Sácanche as ganas de facer nada! Diría miña avoa. Pero eu teño un empeño persoal con este proxecto", comenta Díaz en las redes sociales afirmando que su objetivo es que Ponte Caldelas recupere el "esplendor termal que nunca debeu perder".
La estructura de hormigón se construyó alrededor del año 2008 con la intención de establecer una estación termal.
Las obras se iniciaron con la instalación de columnas, placas y muros pero nunca llegaron a finalizarse, quedando abandonadas.