Para Pontevedra es una "prioridade" que haya una "correcta" gestión y eficacia en abastecimiento de agua. Así lo ha destacado la edil responsable del Ciclo del agua, Carme da Silva, coincidiendo este viernes con las movilizaciones que, a lo largo de todo el planeta, se están celebrando para alertar sobre los efectos de la emergencia climática.
Da Silva ha señalado que la falta de agua es uno de los "grandes debates" a los que nos enfrentamos como sociedad, por lo que las administraciones públicas deben "dar exemplo" y apostar por una gestión "axeitada" de los recursos naturales.
Pontevedra, ha recordado la concejala nacionalista, ha hecho un "esforzo millonario" en los últimos años para avanzar hacia el objetivo de que "toda a auga que se capta chegue aos usuarios" en sus respectivos hogares y, en apenas ocho años, la mejoría ha sido notable.
Según los datos de Viaqua, la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento de agua y saneamiento, el agua registrada en 2010, es decir, la que llegaba desde los acuíferos a la potabilizadora y pasaba por los contadores de los usuarios, era de un 70,4%.
Cerca de un 30%, por lo tanto, se quedaba por el camino. No solo por fugas, ha aclarado Carme da Silva, sino también por conexiones fraudulentas, averías, contadores que medían mal o hidrantes que no tenían contador como el agua que se empleaba en la limpieza viaria.
Nueve años después, en el actual 2019, el porcentaje de agua registrada ha aumentado hasta un 87,5%. Por lo tanto, solo el 12,5% de agua que se capta no llega a los usuarios. Y dentro de este concepto, solo un 3,6% corresponden a fugas en la red frente al 8,52% de 2010.
Este porcentaje "baixísimo" de fugas es consecuencia, ha destacado Da Silva, de las medidas adoptadas desde el gobierno municipal para mejorar la eficacia del sistema.
Pontevedra se marca el objetivo de alcanzar el 90% de agua registrada en los próximos "catro ou cinco anos", aunque la ciudad ya cumpla con creces la recomendación incluida en la Agenda 2030 de Galicia, que insta a los municipios a alcanzar el 80% para esa fecha.
Además, este mayor control del agua que se extrae principalmente del río Lérez y del Pontillón do Castro ha supuesto también un importante ahorro energético. Así, frente a los 3,8 millones de kilovatios gastados en 2010 para que agua llegue a los hogares pontevedreses, en 2019 ese consumo eléctrico ha descendido hasta los 1,8 millones de kilovatios.
Esta reducción del consumo se debe, explican desde el gobierno municipal, a la existencia de un sistema "máis eficaz", a que tan solo se capta el agua "que se necesita" o a las nuevas canalizaciones desde el embalse.