Aparcamiento gratuito, sillas de ruedas y "muchas ganas" en el regreso de los vacunódromos para los mayores de 80

Pontevedra
07 de octubre 2022

La sede de la Xunta de Galicia en Campolongo reabrió como vacunódromo para administrar la cuarta dosis contra la covid-19 y la dosis contra la gripe. 1.342 pontevedreses estaban citados en esta primera jornada en Pontevedra y durante el fin de semana el ritmo será similar. Hay medidas para atajar las "dificultades añadidas para desplazarse" y "circunstancias propias de la edad" de las personas a vacunar

Doble vacunación de la cuarta dosis contra la covid-19 y de la gripe en Campolongo
Doble vacunación de la cuarta dosis contra la covid-19 y de la gripe en Campolongo / Mónica Patxot

Carlos Otero, vecino de Ponte Sampaio de 87 años, llegó este viernes "con ganas" a la sede de la Xunta de Galicia en Campolongo. Las instalaciones reabrieron como vacunódromo para administrar la cuarta dosis de la vacuna contra la covid-19 y la dosis anual contra la gripe a las personas mayores de 80 años y, en este primer día, le llegó la citación. Ya se había puesto la pauta completa y la tercera dosis de refuerzo y asegura que "todas las veces, bien", no tuvo ningún problema, de ahí que ahora acuda con ganas. También es verdad que reconoce que "yo con ganas ando siempre". 

Es uno de los 1.342 pontevedreses citados este viernes en esta primera jornada en Campolongo. En el recinto ferial de Fexdega citaron a otros 400 y durante el fin de semana el ritmo de vacunación será similar. En Campolongo, 1.342 diarios y en el Hospital do Salnés (sábado y domingo Fexdega ya tenía otro evento programado) serán alrededor de 270. 

Este viernes, con motivo de la reapertura, el gerente del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, José Flores Arias, visitó Campolongo acompañado por directivos y responsables de la campaña de vacunación y destacó que la jornada comenzó "sin ningún tipo de incidencia".

Para facilitar que todas las personas citadas puedan acudir sin dificultades, se ha llegado a un acuerdo con el aparcamiento subterráneo situado justo debajo de la sede de la Xunta y la primera hora es gratuita para todo aquel que vaya a vacunarse. La coordinadora de vacunación, Marina González, valoró que hubo "mucha gente" que les pidió el ticket para este estacionamiento. 

También se han adoptado otras medidas para atajar las "dificultades añadidas para desplazarse" y "circunstancias propias de la edad" de las personas a vacunar. "Hemos tenido en cuenta que es gente mayor", explica Flores. Una de esas medidas ha sido poner sillas de ruedas a disposición de los usuarios y también sillas para que puedan sentarse a lo largo del recorrido. 

En silla de ruedas acudió César, un vecino de Campañó de 97 años que llegó acompañado por su sobrino. La silla no la traía de casa, la cogió en el acceso al recinto, y explicó que le resultó muy cómodo. En su caso, las dosis anteriores de la vacuna le sentaron bien, "ningún problema", de modo que confía en que tampoco en esta ocasión tenga reacción. 

En esta ocasión, como ya ocurrió en las últimas campañas, se realiza un proceso de citación centralizada vía sms. Así se enteró Manuela Silva, de Cerqueril. A sus 85 años, la acompañó su sobrina y llegó "con ganas". Aunque no se había enterado por el mensaje que le pondrían también la vacuna antigripal, se manifestó dispuesta a ponérsela, pues el año pasado le fue bien. Ella tuvo coronavirus y lo pasó "bastante bien, con la garganta y nada más" y confía en seguir bien. También es cierto que matiza: "yo soy fuerte".

Esas facilidades de las que habla el gerente del área sanitaria las vivieron María y Manuel, un matrimonio de 88 y 87 años que reside en la calle Castelao de Pontevedra. Este viernes tan solo habían citado al marido y a ella le tocaba regresar dentro de tres días, pero ya le pusieron la dosis también a ella. 

El gerente explicó que habrá "facilidades" y flexibilidad para que "dos personas pareja o que viven en el mismo domicilio" puedan vacunarse juntas y también señaló que aquellos que no puedan desplazarse serán vacunados en sus domicilios. Para facilitarlo, se ha reforzado personal. 

 En el caso de Campolongo, María y Manuel fueron caminando desde su casa. Les llevó media hora desde la calle Castelao porque caminan despacio, pero no consideran que sea un impedimento, pues "a esta hora ya siempre salimos a caminar, tenemos que andar". Llegaron ambos convencidos de ponerse la vacuna contra el coronavirus, pero no la de la gripe porque en anteriores ocasiones le ha dado reacción: "la primera vez que nos la pusieron estuvimos a muerte los dos"

La cuarta dosis anticovid sí se la ponen convencidos porque "hay que seguir el ritmo de lo que es más peligroso". Manuel, de todas, formas, confiesa que acude por orden de su mujer. "A mí me trajo la mujer, ella es la que manda".