El Comité de Empresa de la factoría de Ence en Lourizán hizo público este miércoles un ultimátum a la dirección de la compañía, advirtiendo de la convocatoria de huelga si no se atienden sus demandas urgentes en materia de seguridad laboral, gestión de personal e inversiones en las instalaciones.
Tras meses de negociaciones infructuosas y más de treinta denuncias ante la Inspección de Traballo, los representantes de los trabajadores establecieron un conflicto colectivo y advierten de una situación "insostenible" que pone en riesgo la seguridad de la plantilla.
"Demandamos un cambio urgente en la gestión de la dirección de la fábrica y en las políticas de inversión de la empresa, tanto por cuestiones de seguridad y salud para el personal como de viabilidad de las instalaciones de la fábrica a futuro", explicó Omar Vázquez, secretario del comité, en una comparecencia ante los medios de comunicación con todos los delegados de las fuerzas sindicales que integran el comité en el que tiene mayoría CCOO con siete delegados, mientras CIG y UGT cuentan con tres cada uno.
El responsable sindical alertó sobre el deterioro de las instalaciones: "Tenemos una necesidad extrema de inversión real y de una gestión y realización efectiva del mantenimiento que se lleva postergando años con la buena excusa del riesgo de cierre político de la factoría".
Según aclaraba Vázquez, "somos una industria química con maquinaria de riesgo. Hay que tomar medidas de seguridad colectiva para que no se exponga a los trabajadores". Reclamó especial atención a las estructuras de hormigón y a los espacios por donde camina el personal de la fábrica.
El secretario del comité denunció que en el día a día del trabajo "se ha normalizado la incidentalidad fuera de estadística". Denuncian también la falta de limpieza industrial, las instalaciones obsoletas y maniobras de operación que generan una precariedad, penosidad y exposición a riesgos nunca antes vista en la fábrica.
A estas deficiencias se suman "las carencias en la ropa de trabajo y falta de espacios dignos para el personal".
Por su parte, el presidente del comité, Santiago Cerqueiro, incidió en los problemas de gestión de personal: "la dirección no atiende a nuestras demandas de personal para un correcto funcionamiento de las instalaciones, tanto de las que tenemos en marcha como las que se hicieron en el tema de ósmosis", apartado donde sí reconoce que se hizo una importante inversión para la gestión del agua de la factoría.
Cerqueiro mostró especial preocupación por la "alta rotación del personal eventual" y la contratación "día a día" de trabajadores nuevos que hay que formar para que después solo se mantengan un año en la empresa.
"Nos da la impresión de que la dirección no cumple en la previsión de las compras y pone en duda el compromiso con los productores forestales locales y su estrategia de mercado", añadió Cerqueiro, quien relacionó la falta de madera con la ralentización de la producción en Lourizán durante el último mes.
Esta situación supone, según explicó, una "merma económica" para los trabajadores.
RESPUESTA DE LA EMPRESA
Ante estas acusaciones, Ence defendió su gestión asegurando que invirtió más de 200 millones de euros en la planta de Lourizán en la última década.
La empresa subraya que destinó 15 millones en 2024 y prevé otros tantos para 2025 en "mejoras de las instalaciones y la eficiencia del complejo industrial".
Además, anunció el proyecto "Pontevedra Avanza", que contempla una inversión de casi 120 millones en el marco estratégico 2024-2028, más otros 75 millones para "actuaciones de reposición, mantenimiento y actualización tecnológica".
Explican que fue necesario incrementar el personal sustituto debido a una tasa de absentismo próxima al 9%. Estos empleados reciben una formación de entre uno y seis meses antes de ocupar el puesto.
El salario medio en la biofábrica se sitúa en los 57.000 euros anuales, duplicando la media del sector industrial en España.
Alegan que, como resultado del nuevo convenio colectivo, en 2024 se incorporaron 14 personas con contrato indefinido.
En materia de seguridad, la empresa destaca que el índice de accidentalidad (0,86 en 2024) está cinco veces por debajo de la media del sector manufacturero español.
En cuanto al suministro de madera, la empresa niega problemas tanto en la fábrica de Navia como en Pontevedra, asegurando que atendió todos los pedidos e incrementó el stock de celulosa. La fábrica pontevedresa aumentó su producción en un 16% en 2024.
No obstante, el comité establece un plazo aproximado de una semana para que la empresa atienda sus demandas.
Explican que las inversiones fundamentales fueron realizadas antes de 2018 pero que en la actualidad solo se realizan aportaciones económicas para el "día a día" sin perspectiva de futuro.
"Yo pienso que por Pontevedra siguen apostando, el problema es la gestión, porque no es la oportuna", matizó Cerqueiro apuntando que "somos una empresa rentable, de futuro, es una buena empresa. El problema está en la gestión y esto hay que solucionarlo cuanto antes".
La asamblea de trabajadores ya ratificó la convocatoria de varias jornadas de huelga si no hay un acercamiento a sus demandas, esta decisión, según los representantes sindicales, contaría con un seguimiento masivo por parte de la plantilla de fábrica que se sitúa alrededor de 250 trabajadores.
En los próximos días está prevista también una comparecencia del personal de las empresas auxiliares de Ence para denunciar las precariedades laborales que sufren.