Propietarios de perros en Marín están en estado de alerta por la muerte en los últimos días de tres perros con síntomas de envenenamiento. Dos de ellos fallecieron tras ingerir una sustancia desconocida en el entorno del prado de la barriada de suboficiales y de las huertas urbanas. Otro sufrió el mismo destino tras comer carne que contenía alfileres en las zonas ajardinadas del Parque Eguren.
"Uno de los que murió comió veneno e inmediatamente se fue al río a beber, empezó a vomitar y al día siguiente murió", explica una vecina del lugar que acude, como otras veinte personas, cada día a pasear con sus compañeros caninos por esta zona verde cercana al río Lameira. En el caso del Eguren, la víctima acabó muriendo por las hemorragias internas que le provocaron los alfileres.
No es una situación nueva, hace un par de años ya se había producido un episodio similar en esta barriada que alarmó a los propietarios de perros, que alertaban de la presencia de un polvo blanco sospechoso en las zonas verdes más cercanas a las viviendas.
Ante esta situación que ya han comentado a la Policía Local, los dueños de estos perros que suelen reunirse en esta zona a diario ya han empezado a tomar precauciones. La principal, pasear a sus mascotas con correas y vigilarlos de cerca para que no coman nada.
"Estamos preocupados porque solemos juntarnos aquí cada día unas veinte personas, nos conocemos todos y también los perros", explica con angustia esta vecina. "Ahora ya bajamos con miedo, no dejo ni que el perro se arrime a las hierbas por si acaso", añade.
Cuestionada sobre la posibilidad de que sea algún vecino del lugar al que le moleste tener perros sueltos cerca, los dueños de los canes lo descartan. "Venimos todos los días desde hace tiempo y nunca hemos tenido ningún enfrentamiento con ningún vecino. De hecho, la gran mayoría se porta fenomenal, recogen las cacas y no destrozan nada", remarca.
Aun así, denuncia esta marinense que en los últimos días ha percibido un aumento del vandalismo en la zona de las huertas urbanas y del colegio Sequelo. No cree que los casos estén relacionados, pero señala que recientemente han quemado un contenedor y la malla que separa el patio del centro educativo de la calle.
Mientras tanto, y a la espera de que se esclarezca el caso, algunos de los que pasean habitualmente por esta zona ya tiene decidido dejar de acudir y los demás están alerta por si descubren algún movimiento sospechoso que pueda revelar la identidad del responsable de estas muertes. Asimismo, confían en que la Policía Local incremente su presencia para vigilar y evitar que estos casos se vuelvan a producir.