Un total de 117 personas fueron engañadas por los delincuentes y perdieron su dinero a través de inversiones en criptomoedas en Pontevedra el año pasado.
La cifra la dio a conocer este miércoles el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, que advierte de los peligros de las inversiones en criptomoedas y da la voz de alerta sobre estas cifras.
Así, según los datos de las comisarías de la Policía Nacional y de la Comandancia de la Guardia Civil de la provincia, las ciberestafas con esta modalidad alcanzaron los 3.235.679 euros a lo largo del año pasado.
La estafa de menor importe fue de 248 euros y se produjo en la ciudad de Pontevedra y la más elevada alcanzó los 356.000 euros y fue recogida por la Guardia Civil.
Hay cinco denuncias en la provincia por importe superior a los 100.000 euros y el subdelegado fangosa que hay denunciantes que informan de que tienen perdidos todos sus ahorros.
La Guardia Civil recogió un total de 59 denuncias y registró la pérdida de un total de 1.647.186 euros en la provincia.
En la Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra se registraron 30 denuncias y un volumen de 573.452 euros estafados. En la Comisaría de Vigo-Redondela, un total de 853.941 euros y 20 denuncias. En la Comisaría de Vilagarcía se presentaron 7 denuncias por un importe de 148.000 euros. En la Comisaría de Marín se registró una denuncia por valor de 13.100 euros.
Los datos provisionales de lo que va de año demuestran que el impacto de esta delincuencia especializada no deja de crecer, por lo que el subdelegado considera necesario alertar a la población de los riesgos de confiar en asesores, agencias o falsos 'brokers' online sin lo debido asesoramiento y sin ninguna garantía.
"Están llegando muchas denuncias de personas que, una vez que pierden su dinero, viene como se les reclaman pagos adicionales para recuperar su inversión y vuelven a ser estafadas", señala Abel Losada.
El subdelegado considera que es un fenómeno "extremadamente preocupante" y señala que no hay un perfil de víctima. Afecta a personas del rural y del urbano, a gente con capacidades económicas muy distintas y a personas de todos los niveles de formación académica o profesional.
Losada señala que los responsables policiales dicen que estamos delante del 'timo de la estampita' del siglo XXI porque se ofrecen altísimas rentabilidades de manera casi inmediata en un "negocio seguro" y, "por increíble que parezca, sigue funcionando".