Con la llegada del Carnaval, las tiendas de disfraces incrementan sus catálogos con las últimas tendencias. Este año el tema fantasía inunda los escaparates pontevedreses con colores vivos, pelucas extravagantes y mucha purpurina.
Si hace algunos años las flores adornaban las cabelleras en estas fechas, en 2018 las pelucas de colores y los accesorios brillantes son la apuesta principal de aquellos negocios que se dedican a la ropa y complementos festivos.
"Las flores en el pelo triunfan en Feira Franca, en Carnavales se aprovecha para seguir la tendencia de los colores del arcoíris y temática fantasía", explica la dependienta de la tienda Claire’s. Este tipo de disfraces son buscados, sobre todo, por niñas y adolescentes, aunque el género masculino empieza a sumarse a la fiebre de las hadas y los unicornios, tal y como explican las trabajadoras de la tienda Party Fiesta.
En cuanto a la temática relacionada con la gran y la pequeña pantalla los pontevedreses lo tienen claro. Lo más recurrente en estos carnavales son los personajes de Juego de Tronos, como Jon Nieve o Daenerys, así como los de Star Wars, coincidiendo con el último estreno de dicha saga el pasado diciembre. Mientras que los disfraces de la serie son adquiridos por gente de todas las edades, los de la película son más bien del gusto de los más pequeños, quienes están descubriendo el mundo de los superhéroes y maestros "jedis".
Sin embargo, llama especialmente la atención el incremento de la demanda por parte del público femenino de los disfraces de superheroínas, sobre todo entre las más pequeñas "las niñas también quieren ser heroínas.
Este año Ladybug es uno de los personajes más buscados por ellas", explica una trabajadora de Din Don. Además, en Paty Fiesta explican que la fiebre Frozen parece haberse calmado, aunque sigue demandándose sobre todo como regalo en el día de Reyes. "Ya se ha convertido en un clásico duradero, pero desde el año pasado sí que se nota que las superheroínas como Wonder Woman, Batgirl o incluso Spiderwoman empiezan a tomar fuerza".
Esta tendencia parece coincidir con una oleada de quejas en contra de los disfraces "sexys" destinados a niñas. La preocupación por romper con los estereotipos de género desde la infancia es cada vez más creciente, e incluso las marcas se han apresurado a elaborar estudios que confirman que las más pequeñas se identifican cada vez más con figuras femeninas que quieren salvar el mundo.