Adiós a 37 años en la noche pontevedresa: el Karaoke Michelena echa el cierre

Pontevedra
23 de agosto 2023

Isidro Aboal Viñas lleva 21 años regentando el Karaoke Michelena, toda una institución en la noche pontevedresa que abrió sus puertas en el año 1986 y cerrará este miércoles, 23 de agosto. El motivo: la demolición del  edificio número 11 de Michelena dentro del proyecto urbanístico que también implica a las galerías Oliva y que va a trasladar a Zara a esta céntrica calle

Isidro Aboal Viñas, en el Karaoke Michelena
Isidro Aboal Viñas, en el Karaoke Michelena / Mónica Patxot

A las 23.00 horas de este miércoles 23 de agosto, el Karaoke Michelena abrirá sus puertas. Su dueño durante los últimos 21 años, Isidro Aboal Viñas, ha hecho este mismo gesto cada noche de las dos últimas décadas, sin descanso salvo alguna excepción tras "una fiesta muy grande de fin de año" o durante la pandemia. La diferencia es que esta vez será la última.

Este emblemático local de la noche pontevedresa tiene licencia de actividad desde el año 1986, 37 años abierto al público con dos propietarios diferentes en los que llegó a convertirse en un imprescindible entre los aficionados al canto, y actualmente, junto con el Karaoke de Echegaray, el único local de estas características en la Boa Vila.

Ahora, Pontevedra dirá adiós a esos 37 años de historia de su ocio nocturno. ¿El motivo? El proyecto urbanístico que implica la demolición del edificio del número 3 de la calle Gutiérrez Mellado y el 11 de la calle Michelena, que ya ha supuesto el derribo de una parte de las Galerías Oliva y ahora tiene como siguiente paso hacer lo mismo con el número 11 de Michelena. 

Ahí está ubicado este famoso karaoke y no ha cerrado hasta ahora a pesar de que la mayoría de los negocios afectados hace ya tiempo que han echado el cierre porque su responsable pidió una moratoria hasta el fin de las Festas da Peregrina. Los dueños del edificio le permitieron seguir con su actividad como una excepción, pero ya no era posible continuar y este 23 de agosto será su último día.

El cierre será como han sido los 37 años de vida de este negocio, una fiesta. Durante la noche de este martes 22 y este miércoles 23, Isidro decidió despedirse a lo grande de su clientela, alguna de ella muy fiel desde hace años. "A algunos los he visto crecer. Los cogí con 16 años", explica. 

Aunque este hostelero continuará con su actividad en el pub Otto de la calle Licenciado Francisco de Paula Cousiño, ha decidido echar la casa por la ventana para despedir por todo lo alto el negocio y durante estas dos noches apostó por descuentos especiales, con las bebidas a mitad de precio y sorteos sorpresas

Además, regalará a la clientela más fiel algunos de sus elementos diferenciales, como los libros con las listas de canciones y los micrófonos que ha usado en estas últimas décadas. Guarda como oro en paño uno de hace 20 años de gran calidad y hacía lo propio con otro que hace unos días regaló a un cliente habitual. 

Cerrar este local supone también dejar en silencio su biblioteca de canciones, más de 14.000 acumuladas durante toda su historia. Isidro no descarta que esto no sea un adiós, sino un hasta luego, pues "altavoces tengo, teles tengo, ordenador con canciones tengo..." todo lo necesario para montar un nuevo karaoke en otro lugar. El problema es que reconoce la dificultad de conseguir licencia hoy en día para este tipo de actividad de ocio nocturno. 

Estos 37 años, 21 con él al frente, traen muchos recuerdos para Isidro, que recuerda alguna anécdota como la presencia de militares de la base de Figueirido que le dejaron de recuerdo alguna trompeta, situaciones complicadas con esposas que acudían de madrugada a buscar a sus maridos al local "y la copa acababa por encima de su cabeza" o, esta misma semana, la visita de los componentes del grupo Baiuca tras actuar en las Festas da Peregrina. 

Este local abría a diario a las 23.00 horas y en estos años ha tenido distintos horarios de cierre, en alguna época hasta las siete o las ocho de la mañana, aunque actualmente tenía permiso municipal tan solo hasta las cinco. Esa será la hora a la que cierre ya en la madrugada de este jueves 24 de agosto, aunque hay clientela a la que le costará despedirse y ya hay algunos que advierten que intentarán alargar este adiós hasta ya entrada la mañana. 

Estos últimos días, desde que Isidro anunció el cierre a su clientela habitual ya se han producido "abrazos, besos" y alguna que otra lágrima. Atrás quedan décadas en las que hubo canciones que ya han pasado a formar parte de su banda sonora particular. 

Cada mes surgen cientos de canciones nuevas, pero en este local la clientela era de clásico. Temas como 'Olvídame y pega la vuelta' de Pimpinela, 'La Flaca' de Jarabe de Palo, 'Bailar Pegados' de Sergio Dalma, 'Rayando el sol' de Maná, 'Soldadito marinero' de Fito & Fitipaldis o 'Contamíname' de Ana Belén y Víctor Manuel no faltaban cada noche. "Eso lo canta todo Dios. Solo por inercia, ya te sabes el código", recuerda. Los temas nuevos "los piden tres o cuatro meses y luego se olvidan", hasta tal punto que la última licencia que compró fue antes de la pandemia. 

El cierre de este local supone también cerrar una parte de la historia de Pontevedra. Esta semana está prevista la visita de unos geólogos que determinarán si existen restos arqueológicos en este sótano, pero la rumorología popular habla de que en esta misma ubicación pudo haber unas carboneras. Más recientemente, justo antes de ser Karaoke, fue la sede de un banco y donde ahora está el escenario había una caja fuerte

Ahora se abre una nueva etapa. Isidro ya tiene decidido que "mañana no voy a limpiar". La mañana del jueves será la primera en 21 años que no tendrá que recoger el local al cierre. Y luego tocará descanso. "Me voy a tomar 5 o 6 meses de vacaciones", reconoce, aunque será un descanso relativo, pues su local Otto seguirá abierto.