El crimen de Ponte Caldelas en el que en noviembre de 2015 Marcos Vidal mató a puñaladas -según confesó- al marido de su ex novia, Manuel Ángel Rivas, ha vuelto este jueves a los juzgados de A Parda. En este caso, los abogados del homicida confeso y de la acusación particular, Diego Reboredo y Andrés Malvar, han solicitado a la magistrada del Juzgado de Instrucción número 1 de Pontevedra que investigue la implicación en el crimen de Ponte Caldelas de Sandra M. A. la esposa de la víctima, Manuel Ángel Rivas.
El acusado, Marcos Vidal, asegura ahora que fue ella quien le pidió que acudiese a su domicilio con la intención de hablar con su marido "y asustarle". Le dijo que tenía intención de divorciarse. Ambos habían mantenido una relación sentimental que terminó con denuncia de acoso por parte de Marcos.
El homicida y su víctima, trabajaban en negocios muy próximos en Arcade, Marcos tenía una peluquería y el fallecido regentaba una tienda de embutidos y jamones ibéricos.
Andrés Malvar, el abogado de la acusación particular que ejercen los padres de la víctima, alega que Sandra fue la inductora del crimen y apunta que ella básicamente es quien concertó la cita.
Añade el letrado de la defensa, Diego Reboredo, que ella alertó del homicidio con una llamada al 112 antes de que pudiera saber absolutamente nada y eso es, a sú juicio, chocante.
El programa de La Sexta "Más vale tarde" emitía este jueves las imágenes de la reconstrucción del crimen que hizo la Guardia Civil con el acusado y difundió el contenido de las llamadas telefónicas hechas al 112 por Marcos Vidal y la esposa del fallecido.
Durante todo este tiempo el homicida confeso ha dado versiones contradictorias sobre lo que ocurrió aquel 28 de noviembre de 2015, entonces nada más ser arrestado por la Guardia Civil, declaró que "yo subí a matarlo. No a darle una paliza. Quería que ella sufriera por esto" pero más recientemente cambió su testimonio e implicó a la viuda asegurando que Sandra "me dio las llaves y me dijo que fuera a asustarle".