La Policía Local de Pontevedra activó el pasado jueves 14 de noviembre el protocolo de violencia de género para proteger a una mujer que acababa de ser víctima de una agresión.
La mujer, menor de 30 años, fue la que llamó a la policía alrededor de las 1.30 horas de la madrugada explicando que acababa de ser agredida y que se encontraba encerrada en una habitación junto a su hijo de 3 años edad para evitar que la volviese a golpear.
Una patrulla se personó en el domiclio. El hombre, dos años mayor, padre de su hijo y que había sido su pareja durante cinco años, ya no se encontraba allí.
Según el relato de los agentes la mujer se encontraba muy nerviosa y llorando. Se quejaba además de dolor en la cara, en el costado, en las manos y en las piernas, y estaba manteniendo una vídeollamada con otras personas.
La victima explicó entonces que una semana antes había decidido poner fin a la relación y marcharse con su hijo de casa debido a los constantes maltratos, aunque hasta ese momento no había denunciado la situación.
En lo que respecta al día de la agresión, la mujer estaba realizando una vídeollamada mientras su ex-pareja estaba con el hijo común de ambos hablando mal de la madre. En ese momento la víctima le recriminó las palabras y se desencadenó entonces la agresión golpeándola en la cara y pisándola.
Tras intentar defenderse la mujer pudo refugiarse con el niño en una habitación, desde donde llamó a la Policía.
Las personas con las que mantenía la vídeoconferencia confirmaron a los agentes que habían sido testigos de la agresión ya que el teléfono no se llegó a apagar en ningún momento.
Por todo ello se activó inmediatamente el protocolo de protección hasta la detención del agresor, que fue interceptado la mañana siguiente por agentes de la Policía Nacional.
La mujer fue atendida además en un centro sanitario por los golpes sufridos.