La investigación del incendio registrado en la tarde del martes en un catamarán que hacía una ruta entre la isla y el puerto de O Grove se verá complicada por el estado en que quedó la embarcación siniestrada. Está totalmente calcinada, de modo que toda tarea realizada para esclarecer lo ocurrido será diícil.
Según ha informado la Guardia Civil, efectivos del Equipo de Investigación de Incendios de la Guardia Civil con base en A Coruña se desplazaron este jueves hasta la isla de A Toxa para investigar lo ocurrido y está previsto que regresen este viernes para continuar con los trabajos.
Los especialistas examinaron los restos del catamarán, que están embarrancados en la isla de A Toxa, a la altura del campo de golf y, de momento, no han podido esclarecer las causas que provocaron el siniestro marítimo.
Tras las primeras investigaciones ha podido establecerse que se produjo una explosión en el interior del barco y, a continuación, empezó a arder y chocó con una batea próxima, pero todavía que dar por aclarar el origen de esa explosión. Algunas fuentes apuntan a que se pudo tratar de una bombona en la cocina del buque, mientras que otros hablan de un fallo en el motor. Sin embargo, la Guardia Civil no se decanta por ninguna hipótesis y rechaza hacer valoraciones al respecto antes de que concluya la investigación.
Desde el instituto armado sí indican que el equipo de incendios de A Coruña están intentando examinar los restos al detalle para buscar indicios que permitan averiguar las causas, pero que el barco quedó totalmente calcinado, de modo que establecer las causas de la ignición será complicado. También ha trascendido que han aparecido dos bombonas en el buque y ninguna había explosionado.
A las investigaciones técnicas realizadas por los especialistas en incendios se suman las que está realizando la Policía Judicial de la Guardia Civil de Cambados, que asumió la investigación de los hechos y complementarán el estudio técnico con los testimonios de la tripulación y los pasajeros que iban a bordo del catamarán en el momento del accidente.
Cuando se produjo el accidente había en el barco 52 personas, de las que 38 resultaron heridas de distinta consideración y la gran mayoría ya recibieron el alta médica.
Cinco de ellas resultaron con lesiones más graves, en especial dos de ellas, un matrimonio de 60 y 70 años que fue derivado en helicóptero a la unidad de quemados del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Los otros tres también sufrieron quemaduras por las que fueron atendidos en el Hospital Povisa de Vigo.