El congreso provincial del PSOE de Pontevedra ha dejado una imagen, más allá de la proclamación del nuevo secretario general, que no ha pasado desapercibida para nadie. Los alcaldes de Vigo y Ponte Caldelas, Abel Caballero y Andrés Díaz, se han visto las caras -en público- por primera vez desde que se anunció el polémico trasvase del río Verdugo.
Las cámaras estaban pendientes de sus movimientos y ambos se saludaron cordialmente. Tras mantener una breve conversación, se sentaron en sus respectivos asientos y asistieron sin más interacción a la celebración del congreso de los socialistas pontevedreses.
Este reencuentro llegaba apenas 24 horas después del cruce de declaraciones entre los dos. Desde que Augas de Galicia acordara realizar este trasvase para garantizar el suministro de agua a Vigo y su comarca, ambos habían esquivado el fuego cruzado. Había un enemigo común: el gobierno gallego. Pero las cosas cambiaron.
En rueda de prensa, Caballero criticó duramente el rechazo de Díaz a este trasvase y calificó como "lamentable" que haya promovido movilizaciones contra un proyecto que es "inocuo" medioambientalmente.
En una rueda de prensa, Abel Caballero expresó su "total rechazo" a la actuación de Andrés Díaz, al tiempo que recordó que esa actuación consiste en "enterrar una tubería", lo que tiene "efecto cero" sobre el entorno, y que, además de no causar perjuicios medioambientales, tiene "vocación de ser provisional".
"Como siga por esa línea, que no cuente conmigo para nada, porque él sabe que la obra que se va a hacer es medioambientalmente perfecta", advirtió el regidor vigués, que lamentó que su homólogo de Ponte Caldelas "no entiende lo que es un territorio y un espacio".
Aunque entiende su malestar con la Xunta por la falta de información sobre esta actuación "ahora que ya se le explicó y sabe que es inocua", lo que hace es "política de causar daño".
"El agua es un bien común y la necesita toda un área de diez ayuntamientos, que dan empleo a una parte importante de esa gente que se manifiesta. Mucha gente de Ponte Caldelas trabaja en Vigo y consume agua en Vigo", añadió Abel Caballero, que advirtió que "si alguien cree que no voy a levantar la voz porque es miembro del PSOE, se equivoca".
La respuesta de Andrés Díaz no se hizo esperar. Apenas unas horas después, el alcalde de Ponte Caldelas recordó que su "primera lealtad" es con los vecinos de su municipio y ha reiterado que "no puede tolerar" un trasvase que se tramita de manera "hostil y oscurantista" y ocultando información al ayuntamiento.
"Es una nueva e intolerable agresión de la Xunta a este ayuntamiento", añadió Díaz, que en su comunicación repetía los argumentos que sostendrán el recurso jurídico que se presentará contra una obra que se pretende ejecutar sin estudio ambiental, sin someter el proyecto a exposición pública, sin solicitar licencia municipal y entrando en propiedades privadas sin permiso.
Además, rechazó "de plano" que Vigo pueda firmar un convenio para financiar obras en territorio de Ponte Caldelas "pasando por encima de este ayuntamiento", por lo que ha insistido en que adoptarán todas las acciones necesarias contra el trasvase, tanto desde el punto de vista administrativo como judicial.