Abandonan una reunión con Louzán llamándole "corrupto" y "sinvergüenza"

Pontevedra
15 de marzo 2013

Tras hora y media de reunión la mayor parte de los portavoces de las plataformas afectadas por las preferentes de la provincia de Pontevedra han abandonado su encuentro con el presidente de la Deputación y del PP pontevedrés, Rafael Louzán, "al constatar que no obtendríamos una solución satisfactoria a nuestras demandas", afirmaron. Este grupo de afectados abandonó la sala increpando a Louzán con calificativos como "corrupto" y "sinvergüenza"

Rafael Louzán, presidente de la Deputación
Rafael Louzán, presidente de la Deputación /

Tras hora y media de reunión la mayor parte de los portavoces de las plataformas afectadas por las preferentes de la provincia de Pontevedra han abandonado su encuentro con el presidente de la Deputación y del PP pontevedrés, Rafael Louzán, "al constatar que no obtendríamos una solución satisfactoria a nuestras demandas", afirmaron.

Este grupo de afectados abandonó la sala increpando a Louzán con calificativos como "corrupto" y "sinvergüenza".

"Aquello se convirtió en una confrontación directa y en un tono despectivo entre el portavoz de la plataforma de Baixo Miño y el presidente de la Deputación", explicaron algunos de los representantes.

Según estas mismas fuentes, la reunión comenzó pasadas las ocho de la tarde "y las cosas se fueron calentando entre Louzán y Xulio Vicente", éste último portavoz de Baixo Miño y trabajador del sindicato nacionalista CIG.

El presidente acusaba al sindicalista de "manipular al colectivo de afectados" y éste censuraba al político por "mentir a los estafados por las preferentes".

"Como hagan una quita, la gente desesperada no sabe lo qué es capaz de hacer"

Según José Manuel Vázquez, portavoz de la plataforma de O Salnés, los afectados le exigieron al mandatario popular que traslade al Gobierno central la necesidad de buscar "donde sea" el dinero para devolverles sus ahorros.

A Louzán y al resto de la "clase política" les han llamado "cobardes" por estar "manejados por la banca" y "no tener narices" de enfrentarse al poder económico. Y antes de marchar han lanzado un aviso que "como hagan una quita, la gente desesperada no sabe lo qué es capaz de hacer".