Responsables de Abanca comunicaban al Concello de Poio el cierre inminente de la oficina ubicada en Campelo, en la calle Pedro Soto Couselo.
Este anuncio se realizaba en una reunión mantenida este martes 10 de agosto entre el alcalde, Luciano Sobral, y la teniente de alcalde, Chelo Besada, con responsables de la firma bancaria. En el transcurso de la misma dieron traslado a los dirigentes municipales de su decisión de cesar este servicio a partir del próximo mes de septiembre.
Según explicó el regidor poiense al término de este encuentro, la intención de Abanca es trasladar la oficina a Combarro, permaneciendo únicamente operativo el cajero existente en estas dependencias de Campelo.
Tanto el alcalde Sobral como Chelo Besada coinciden a la hora de definir como "totalmente insuficiente" esta medida, la cual "non imos aceptar sen máis". Añaden los responsables municipales que "a veciñanza precisa dunhas instalacións para dispor de servizos e xestións que non se poden tramitar a través dun caixeiro automático" y que esto va a obligar la muchas personas a tener que desplazarse hasta otras parroquias para poder acudir a su oficina.
"Non todo o mundo dispón de medios para poder trasladarse de xeito específico para este tipo de xestións. Consideramos que Campelo é un núcleo o suficientemente importante como para que continúe tendo operativa unha sucursal", manifiestan desde el Concello.
Ante esta situación, el Gobierno municipal manifiesta su firme rechazo al cierre de la sucursal de Abanca en Campelo y se compromete a hacer todo lo que esté en su mano para intentar frenar esta decisión, incluyendo la organización de movilizaciones de protesta, entre otras medidas.
En este sentido, Sobral y Besada adelantaron que en los próximos días se realizará una convocatoria extraordinaria de la Xunta de Portavoces, para que los cuatro grupos de la Corporación municipal puedan realizar aportaciones de cara a la organización de futuras actuaciones.
Luciano Sobral recuerda que el cierre de sucursales ya se viene produciendo en los últimos años en el municipio, como sucedió, con la de Raxó en su día, con el grave perjuicio que eso supone para el vecindario. "Un concello como Poio, con máis de 17.000 habitantes e que durante o verán se converte nun destino turístico importante, vendo ampliada de xeito exponencial a súa poboación, merece dispoñer deste tipo de servizos con todas as garantías. Máxime cando falamos de núcleos como Campelo", apuntaba el regidor.
REACCIÓN DEL GRUPO MUNICIPAL SOCIALISTA
El PSdeG-PSOE de Poio manifiesta en una nota remitida a los medios de comunicación que exige a Abanca que mantenga operativa la oficina de Campelo.
El grupo municipal socialista rechaza por completo el proceder de Abanca que de este modo mantiene su filosofía de destruir puestos de trabajo y reducir servicios a la ciudadanía, a pesar de los beneficios económicos que consigue año tras año, argumentan.
El portavoz socialista, Gregorio Agís, manifiesta que "pretender defender este peche argumentando que o caixeiro automático seguirá operativo é unha tomadura de pelo para a veciñanza" y recuerda que "esta política de recortes, que conta co beneplácito da Xunta, xa provocou o peche doutras oficinas en Poio, onde hai varios núcleos que nen sequera dispoñen de caixeiros". El PSOE apoyará cualquier medida o movilización que ayude a paralizar este cierre.