Tras nueve años de obras, cinco más de los previstos, el primer tramo de la autovía A-57 entre Vilaboa y A Ermida (Marcón) ya está abierto al tráfico. Los primeros coches han podido recorrer sus casi seis kilómetros desde las once de la mañana.
Ha sido después de un acto de inauguración presidido por el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, que ha estado acompañado entre otras autoridades por los alcaldes de Pontevedra, Vilaboa y Ponte Caldelas, Miguel Anxo Fernández Lores, César Poza y Andrés Díaz.
En la construcción de este primer tramo de la autovía, diseñado para reducir la presión del tráfico sobre la N-550, se han invertido 94 millones de euros, sumando la obra, las expropiaciones y las asistencias técnicas.
La obra ha incluido la construcción de un ramal de acceso de casi 2 kilómetros desde el enlace de Figueirido, en donde conectan la AP-9, la N-550 y la N-554.
Esta nueva carretera entre Vilaboa y A Ermida, que tiene cuatro carriles -dos para cada sentido-, cruza todo el monte de A Fracha y recorre los núcleos de A Ermida, Pintos, Valladares, Pumariño, Bértola, Outeiro y Boullosa.
Tiene siete pasos superiores, uno de los cuales da continuidad al Camino Portugués, cuatro pasos inferiores y cuatro viaductos, tres los cuales cruzan los ríos Pintos, Pobo y O Barco.
Además, el tramo cuenta con tres enlaces. Son los dos de los extremos, el de Figueirido y el de A Ermida en la PO-532, y un tercero, que conecta con la PO-0001 hacia A Canicouva y Tomeza.
La ejecución de este primer segmento de la A-57, según Ángel González del Río, jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, ha tenido una "gran complejidad técnica" por los terraplenes y desmontes realizados "a gran altura".
Han tenido que reponer también elementos patrimoniales afectados por estas obras, entre ellos el 'marco legoeiro' en la N-550 que señalaba las antiguas leguas del Camino Real en O Marco, Vilaboa; o todo el ámbito de protección del Castro Faresa.
A todo ello se suman diversas actuaciones ambientales como la plantación de 2,8 hectáreas de vegetación autóctona, hidrosiembras en los taludes, plantaciones en cauces y glorietas o un tratamiento mediante geomalla y una protección de tierra vegetal en varios desmontes.
"Con este primer tramo de la circunvalación se podrá mover desde Vigo hacia el interior de Pontevedra de forma directa sin tener que utilizar la AP-9", ha destacado Del Río.
Después de destapar el hito del kilómetro 0 que marca el inicio de la A-57, Pedro Blanco ha destacado que la puesta en servicio de esta autovía demuestra que el Gobierno de Pedro Sánchez "cumpre con Galicia" impulsando grandes infraestructuras.
Aunque ha reconocido que las obras acumularon un "gran retraso", Blanco ha reivindicado que este año ha sido "para señalar no calendario" ante el "pulo importante" que han recibido las vías de comunicación en Galicia, especialmente una A-57 "que levaba moito tempo no caixón" hasta que Sánchez llegó a La Moncloa y "se empezaron a axilizar os investimentos".
LA A-57 CONTINUARÁ "A BO SEGURO" HACIA EL NORTE
El delegado del Gobierno en Galicia ha sostenido, a preguntas de los periodistas, que la A-57 continuará "a bo seguro" hacia el norte con los otros dos tramos previstos, entre A Ermida y Pilarteiros y entre Pilateiros y Curro, completando así un trazado de 21 kilómetros.
El primero de ellos cuenta con el rechazo de los vecinos de las parroquias de Marcón y Xeve, que a través de una plataforma de afectados y de organizaciones como Adega, ha presentado una demanda ante la Audiencia Nacional para que se modifique el itinerario previsto.
A este respecto, Pedro Blanco ha asegurado que en el Ministerio de Transportes "seguimos pendentes e falando con todas as partes", ya que ha explicado que hay varias opciones "encima da mesa" y los técnicos están "barallando" las posibilidades de actuación.
Con las alegaciones recibidas, ha añadido Blanco, "estamos plantexando a posibilidade de darlle unha solución distinta" al tramo entre A Ermida y Pilarteiros, que ya tiene aprobado el estudio de impacto ambiental. De unos 5 kilómetros, costaría 100,15 millones de euros.
El tercer y último tramo, entre Pilarteiros y Barro, que incluye la conexión con la AP-9 en el lugar de Curro, tiene aprobado su estudio informativo, en el que figura un presupuesto de 121,8 millones de euros y una longitud de actuación aproximada de 10,2 kilómetros.
De manera paralela, según el representante gubernamental, también se estudiará la solicitud de extender la A-57 hacia el sur, enlazándola con la A-52 en Ponteareas. "En canto teñamos unha decisión adoptada comunicarase", ha garantizado.
SATISFACCIÓN EN LOS ALCALDES
El alcalde de Pontevedra ha celebrado que "por fin" se haya abierto la A-57, una autovía que ve "necesaria" como circunvalación y para mejorar las conexiones con los polígonos de O Campiño, A Reigosa y Barro y, por otro lado, hacia el sur con Redondela, Vigo y Portugal.
"Quero manifestar o meu desexo como alcalde de que esta circunvalación hai que rematala e resolver un problema que temos detectado hai 25 anos", ha señalado Fernández Lores. Ha reivindicado que completar la A-57 hacia el norte "tarde ou cedo" tendrá que hacerse.
César Poza, por su parte, ha asegurado estar "contento" de que se haya terminado esta obra y confía en que esto no sea "un punto e aparte" porque para Vilaboa "é fundamental e estratéxica" la conexión hacia Vigo para fomentar el crecimiento de su municipio.
Para Ponte Caldelas la apertura de este primer tramo de la A-57 "é moi boa nova", ha añadido Andrés Díaz, porque "en media hora estamos en Vigo", una mejora de las conexiones que espera que contribuya a que los municipios del interior de la provincia "sigan crecendo".
Además, ha subrayado que la continuidad de esta autovía "é importante" para el desarrollo de los polígonos industriales, especialmente los de O Campiño y A Reigosa, al proporcionarles una mejor conectividad con las principales vías de comunicación, especialmente la AP-9.