A juicio por intentar matar a su esposa mientras dormía

Pontevedra
16 de octubre 2021

Para el acusado, que está en prisión provisional desde el día de los hechos, el fiscal además de la pena de cárcel reclama ocho años de libertad vigilada con la obligación de seguir un tratamiento psicológico

Magistradas de la Sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra Mónica Patxot

La Sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra ha señalado para este martes un juicio por un caso de asesinato en grado de tentativa. Se acusa a un hombre de intentar matar a su esposa mientras dormía. 

La Fiscalía solicita una condena de siete años y cinco meses de cárcel.

El escrito de acusación del Ministerio Público relata que estos hechos se produjeron en enero de 2020 en la vivienda que compartía la pareja en municipio del partido judicial de O Porriño.

Ambos estaban durmiendo en una de las habitaciones, en compañía de su nieto, cuando el acusado aprovechando que su mujer estaba dormida se situó encima de ella con un cuchillo.

Tras decirle que "me lo vas a pagar" y lanzar una puñalada que impactó contra la almohada, la mujer se despertó y empezó a forcejear con su marido, evitando con sus manos ser apuñalada en el pecho y en el estómago. 

La esposa logró zafarse de su marido y, después de tirar el cuchillo debajo de la cama, cogió a su nieto para tratar de huir de la habitación en la que se encontraban. 

El acusado, sin embargo, logró retenerla de nuevo y la agredió físicamente, por lo que la mujer se vio obligada a morderle una oreja, consiguiendo así salir del domicilio. 

La víctima, que necesitó tratamiento psiquiátrico, tardó 305 días en recuperarse de las heridas que le provocó su marido al intentar matarla, aunque le quedaron varias cicatrices y sufre artrosis en una mano.

Para el acusado, que está en prisión provisional desde el día de los hechos, el fiscal además de la pena de cárcel reclama ocho años de libertad vigilada con la obligación de seguir un tratamiento psicológico.

Además, solicita que se le imponga una orden de alejamiento de su esposa durante diez años y que la indemnice con unos 35.000 euros, a los que suma los casi 3.700 euros a pagar al Servizo Galego de Saúde (Sergas) por los gastos médicos durante el proceso de curación de la víctima.