60 voluntarios volvieron a participar este sábado en los trabajos de tratamiento de paja y materia vegetal triturada para esparcir en las zonas de monte que ardieron en el mes de octubre en Ponte Caldelas. El operativo se centró en las zonas más próximas a los manantiales de las traídas de aguas vecinales. El Concello, que ya había organizado una jornada similar siete días antes, estableció la actividad en lugares como Chaín, Regodobargo, Parada y Taboadelo.
Distintos concejales del gobierno local tripartito y el alcalde Andrés Díaz participaron en estos trabajos durante toda la mañana y se repartieron 7 toneladas de material que habían quedado sin esparcir durante la semana anterior. El Concello había adquirido 30 toneladas de paja a un suministrador de Castilla y además contaba con 10 toneladas de estructurante vegetal.
En esta ocasión, se unieron al grupo seis personas procedentes de Alemania, Chequia, Inglaterra, Dinamarca y Polonia. Todos los participantes disfrutaron al terminar la tarea de bocadillos y bebidas cedidos por un supermercado local, que se solidariza con esta labor.
A lo largo de los próximos días, los técnicos forestales supervisarán toda el área y decidirán si es necesario acometer nuevas acciones. Hasta el momento se han cubierto 20 hectáreas con el manto vegetal que reduce la erosión por arrastre de las cenizas. Los técnicos consideran que solo es preciso tratar alrededor del 10% de la superficie afectada por los incendios.
El pasado día 15 de octubre en Ponte Caldelas ardieron 2.900 hectáreas de terreno.