28M | Accidentado estreno del colegio electoral del edificio de la Xunta en Benito Corbal

Pontevedra
28 de mayo 2023

El estreno de este colegio no ha sido todo lo plácido que debería haber sido. Si bien las mesas electorales se constituyeron sin incidentes y a la hora prevista, las nueve de la mañana, abrieron sus puertas a los votantes, pronto comenzaron los problemas

Gente votando en Pontevedra en las elecciones municipales del 28M Mónica Patxot

Este domingo todas las miradas estaban depositadas en el nuevo colegio electoral habilitado en la ciudad de Pontevedra para estas municipales del 28M, el situado en el edificio administrativo que la Xunta de Galicia tiene en la céntrica calle Benito Corbal.

El local se incorporó a la red de colegios electorales del municipio para desahogar un recinto de votación cercano, el CEIP Álvarez Limeses, que acumulaba demasiado censo de votantes. Así, tres mesas de este colegio se mudaron al edificio de la Xunta.

Pero el estreno de este colegio no ha sido todo lo plácido que debería haber sido. Si bien las mesas electorales se constituyeron sin incidentes y a la hora prevista, las nueve de la mañana, abrieron sus puertas a los votantes, pronto comenzaron los problemas.

Las mesas se han situado en el sótano del edificio, junto al salón de actos, un espacio que no es accesible. Para llegar hasta ahí hay que bajar varios tramos de escaleras. Y para acceder al único ascensor que hay, había que utilizar una llave.

En un primer momento, se les dijo a los integrantes de la mesa que deberían ser ellos los que utilizasen la llave cada vez que alguien quisiera utilizar el ascensor o bien subir la urna a la calle para permitir que las personas con movilidad reducida pudiesen ejercer su derecho al voto.

Esto habría producido numerosos retrasos e inconvenientes a la hora de votar y, tras consultarlo con las autoridades, se optó porque fuese el vigilante de seguridad el que activase el ascensor cada vez que fuese necesario, guardando él la llave de esa sala.

Ademas, hubo quejas por el reducido espacio disponible para distribuir las mesas electorales o el exceso de ruido que, debido al eco que se registra en esta zona, se producía cuando coincidían en el colegio numerosas personas.

A mayores, la redistribución de estos dos colegios electorales ha provocado también cierta confusión entre los votantes que, acostumbrados a acudir al colegio Álvarez Limeses, llegaban airados al edificio de la Xunta o confundidos por no saber por dónde se accedía.

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