25 patrullas militares se echan al monte para disuadir a los incendiarios y prevenir incendios

Pontevedra
15 de julio 2013

Las patrullas estarán desplegadas las 24 horas del día, si bien se reforzarán "entre las tres de la tarde y las once de la noche porque es la franja horaria en la que hay más incidentes". Su labor implica patrullas a pie y en coche combinadas con la vigilancia en puntos de observación como zonas elevadas o miradores distribuidas por toda la geografía gallega

Desde la medianoche de este lunes 25 patrullas militares recorren los montes gallegos en el marco de la campaña de lucha contra los incendios forestales. Los soldados pertenecen a la Brilat y al Tercio Norte de Infantería de Marina de la Armada, con sede en Ferrol, y estarán desplegados hasta el próximo 15 de septiembre.

El general de la Brilat, José Antonio Alonso Miranda, y el director xeral de Medio Rural e Montes de la Xunta de Galicia, Tomás Fernández-Couto, supervisaron este lunes el inicio del despliegue militar, que se realiza en el marco de la operación Centinela Gallego, y supone la actuación de 20 patrullas de la Brilat y cinco de la Armada. En la provincia de Pontevedra hay cinco patrullas, todas ellas de la Brigada con base en Figueirido.

El despliegue no es nuevo en el monte gallego, se repite desde la ola de incendios de agosto de 2006, pero este año tiene como novedad el aumento del número de patrullas implicadas en el nivel de riesgo medio de incendios: 25 frente a las 23 de 2012. Este nivel de riesgo es el decretado en estos días, pero podrá incrementarse hasta 50 patrullas y un helicóptero si se considera que el peligro es alto o hasta 75 patrullas y dos helicópteros si es muy alto.

Como novedad este año, las patrullas no las integran tres militares, sino tan sólo dos, y el jefe de Brilat, en calidad de comandante de la Fuerza, ha visto flexibilizada su labor en el sentido de que puede distribuir las patrullas por las distintas zonas de vigilancia sin necesidad de pedir autorización a la Xunta de Galicia. El general podrá mover efectivos de unas zona a otras y de unas provincias a otras en función de las necesidades que detecte.

Los militares sí repiten la misión que tienen encomendada. Las órdenes que han recibido son las de mantener presencia disuasoria, vigilar las zonas asignadas, proporcionar información temprana a los servicio de extinción de incendios, notificar las actividades relacionadas con incendios o incidentes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y en última instancia, ante la comisión flagrante de una actividad delictiva, la detención de los presuntos autores.

Las patrullas estarán desplegadas las 24 horas del día, si bien se reforzarán "entre las tres de la tarde y las once de la noche porque es la franja horaria en la que hay más incidentes". Su labor implica patrullas a pie y en coche combinadas con la vigilancia en puntos de observación como zonas elevadas o miradores distribuidas por toda la geografía gallega.

El operativo supondrá, según el general Alonso, la implicación de unos 90 efectivos en el monte y una célula de mando con su centro de operaciones en la base General Morillo. Según el director xeral de Montes, costará al erario público un presupuesto de 500.000 euros que aporta la Xunta de Galicia en los dos meses que dure la operación.

El director xeral de Montes ha insistido este lunes en que "quemar el monte es delito, no hay matices" y ha pedido la implicación de la ciudadanía en la persecución de los incendiarios y la prevención de los fuegos. Según el cabo primero Díaz, esta implicación ciudadada está garantizada en el caso de la operación Centinela Gallego. Así lo ha detectado él en los años que lleva participando en el operativo, en los que la colaboración ha sido "muy buena" y "de momento, por suerte, no tuvimos ninguna situación complicada".

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