Siete años, ese es el tiempo que ha perdido la sanidad pontevedresa hasta que la Xunta decidió rectificar y recuperar el plan de ampliación de Montecelo dando carpetazo definitivo al fallido proyecto de un nuevo hospital con financiación público-privada en Marcón.
Seis meses después de llegar al cargo, el conselleiro Vázquez Almuiña alegó que la "falta de consenso" sobre la propuesta de Monte Carrasco presentada en 2009 obligaba a retomar la ampliación de las actuales instalaciones.
Monte Carrasco se quedó en una maqueta, pero para el bautizado como "Gran Montecelo" tampoco hay mucho más que eso. No hay aún calendario ni presupuesto.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo señala el final de la obra con el de su tercer mandato en el "horizonte del año 20" y estima que se invertirán unos 130 millones de euros para construir un nuevo edificio a tres alturas en la parte este del complejo y que estará conectado con el resto del actual hospital.
La ampliación pasa por ser una revisión del proyecto que formuló en su día el bipartito del PSOE y el BNG en la Xunta pero que el PP anuló al recuperar el gobierno gallego tras calificarlo como un "parche" que no resolvería las carencias de la sanidad local.
En unas semanas el Sergas comenzará la elaboración del plan funcional, el documento marco donde se concretarán los servicios previstos en el nuevo hospital, con el número de camas y otros aspectos sanitarios básicos.
También habrá que concretar el futuro del Hospital Provincial para el que Feijóo adelantó un "uso sociosanitario".