El 12 de enero de 2024, un amplio dispositivo de las policías Local y Nacional de Pontevedra se desplazó hasta la plaza de A Ferrería para actuar ante un incidente entre dos hombres que se habían enzarzado en una pelea. Estos dos varones asiduos a esta plaza discutieron y uno intentó ahogar al otro. Uno llevaba un palo de madera.
El incidente resultó ser todo un adelanto de la polémica que ha marcado el año 2024 a nivel policial en la ciudad: las denuncias por falta de seguridad en A Ferrería, las galerías Oliva, Augusto García Sánchez (Campolongo) o el entorno de la Peregrina.
Durante los primeros meses del año, incidentes como ese se sucedieron en las zonas citadas y vecinos y comerciantes empezaron a denunciar problemas de seguridad de los que se hicieron eco los partidos de la oposición.
Finalmente, en marzo, el tema se convirtió en eje central de la Junta Local de Seguridad de Pontevedra, una reunión técnica entre el Concello, la Subdelegación del Gobierno y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en la que, tras aborda la situación, se acordó, como solución, mayor presencia policial en las zonas afectadas y mayor coordinación entre las policías Local y Nacional.
El alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, reconoció que están "preocupados" por la situación y "comprenden" el malestar e intranquilidad de vecinos y comerciantes ante la percepción de que existe un incremento de la inseguridad en estas tres zonas.
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, indicaba en marzo que entre 2023 y los tres primeros meses de 2024, en el entorno de A Ferrería y en Augusto García Sánchez se registraron 75 actuaciones que dieron lugar a la apertura de expedientes policiales, si bien tan solo hay denuncias por 20 de esos incidentes.
La percepción social y vecinal de falta de seguridad llevó a los vecinos a adoptar medidas. Así por ejemplo, comerciantes y vecinos de las galerías Oliva recogieronn firmas pidiendo soluciones a robos, suciedad y falta de seguridad.
También fue llamativa la decisión de la comunidad de propietarios del número 6 de la céntrica calle Castelao, que instaló una barandilla metálica de protección junto al acceso al inmueble como medida para preservar la zona de una persona sin hogar que habitualmente utilizaba este espacio para pernoctar.
Uno de los puntos más conflictivos resulta Campolongo, donde, con el paso de los meses, los vecinos acabaron perdiendo la paciencia y demostraron falta de confianza en esas medidas de mayor refuerzo policial.
Así, a finales del verano, estallaron. "¿Qué tiene que ocurrir para que las autoridades se tomen este asunto en serio? ¿De verdad que van a permanecer de brazos cruzados sin hacer nada para solucionarlo? ", se preguntaba una vecina de la calle Augusto García Sánchez en conversación con este periódico.
Tampoco al PP le resultó satisfactoria la respuesta policial y gubernamental y durante todo el año acabó haciendo de este asunto una de sus denuncias recurrentes. Durante meses, responsables del partido mantuvieron encuentros con comerciantes y residentes en las zonas afectadas y denunciaron la inacción del gobierno local.
Estos problemas de convivencia e inseguridad se prolongaron hasta final de año. De hecho, en diciembre, comercianes del entorno de la Peregrina insistieron en su preocupación por los robos y la inseguridad, que aseguran que no tienen precedentes en la ciudad: “Nunca había pasado esto”.
BOLARDOS DE LA DISCORDIA
También relacionada con la seguridad está otra de las polémicas que han marcado la actualidad municipal en 2024, la instalación en abril de tres bolardos extraíbles instalados en la calle Peregrina de Pontevedra.
Fue una decisión del Concello para atajar el paso de los camiones de reparto por el tramo peatonal de la calle Peregrina, entre la 'Fuente de los Niños' de la glorieta de Compostela y Daniel de la Sota o García Camba.
No tardaron en sucederse las críticas, que llegaron desde varios sindicatos policiales como CEP o SUP, bomberos, servicios de emergencias y los dos partidos de la oposición, PSOE y PP.
El sindicato SUP llegó a manifestarse en el lugar en el que se instalaron esos bolardos al grito de "Menos bolardos, más policía", la petición del sindicato SUP ante el "desprecio" del gobierno local con los bolardos