El deporte pontevedrés tardará mucho tiempo en olvidar el año 2024, y no por un éxito deportivo o por un evento internacional, sino por ser el año en el que tuvo que despedirse inesperadamente de dos de sus referentes.
Los fallecimientos de Maite Méndez, entrenadora y alma máter del Arxil, y de Pablo Hinojar, fundador del Ximnasia Pontevedra y seleccionador nacional de gimnasia acrobática, han dejado un hueco muy difícil de llenar.
Ambos llegaron por sorpresa. El de Maite Méndez de hecho en el mes de abril a sólo unos días de que su equipo acudiese a disputar la fase de ascenso a la Liga Femenina Challenge.
Las muestras de apoyo y cariño al club pontevedrés llegaron desde todos los rincones de la sociedad pontevedresa, y los momentos de emoción se trasladaron también a la cancha con el esfuerzo de las jugadoras por competir con bravura y llegar hasta la final por el ascenso.
"Su legado perdurará en las generaciones venideras. Dejó una huella imborrable en el baloncesto gallego con su pasión, dedicación y trabajo", afirmaba entonces su club.
El círculo se cerró con un emotivo homenaje en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva, su segunda casa, en la que tantos partidos dirigió durante 24 temporadas al Arxil convirtiéndose en todo un referente ya no sólo del baloncesto pontevedrés sino también gallego y nacional.
Pero si inesperada fue la pérdida de Maite a los 62 años, no se queda atrás la de Pablo Hinojar, con un repetindo adiós a los 49 años de edad.
Una pérdida que hizo pública la Real Federación Española de Gimnasia el 26 de octubre asegurando que dejaba un "hueco irreparable" para la gimnasia gallega y española.
Hinojar, además de seleccionar nacional de gimnasia acrobática, era el entrenador principal del CGTD de gimnasia deportiva, instalación en la que tutelaba a diario a gimnastas como Melania Rodríguez, a la que llevó a ser campeona del mundo.
Precisamente en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva se vivió un conmovedor minuto de silencio en su honor, anunciando el gobierno gallego que sería condecorado, a título póstumo, con la distinción al mérito deportivo de la Xunta de Galicia.
Además de los fallecimientos de Maite Méndez y Pablo Hinojar, el deporte de base de la ciudad también se vistió de luto por la muerte de Juan Carlos Jamardo Lusquiños, delegado del equipo infantil del Pontevedra Club de Fútbol pero que en los últimos años había entrenado a diferentes equipos de la base granate.