Hace cuatro años, el 15-M emitió un grito de rebelión en la sociedad española. Fruto de ese movimiento social, comenzaron a articularse pequeños partidos que trataron de aunar ese descontento. Uno de ellos es Marea Pontevedra, la única candidatura de unidad popular que se presenta a estas elecciones municipales en nuestra ciudad. "Nosotros somos los únicos que escuchamos ese grito", asegura a su candidato a la Alcaldía, Luis Rei (A Coruña, 1958).
Escritor y periodista, él fue el único candidato que se presentó a las primarias abiertas que realizó este colectivo hace unos meses. Ahora tiene por delante el reto de, acompañado del resto de sus compañeros, de entrar en una corporación que hasta ahora parecía reservada a los tres partidos mayoritarios, BNG, PP y PSOE. Ellos lo tienen claro: "el club va a ampliarse y nos verán como intrusos, pero nosotros llegamos al baile con intención de bailar".
Marea Pontevedra es una ambiciosa apuesta por vuestra parte, ¿qué ofrecéis a los ciudadanos?
Ante los pontevedreses habrá ocho papeletas el día de las elecciones. Hay varias fuerzas de derecha y varias de centro y la única candidatura de unidad popular que agrupa partidos rupturistas y plataformas cívicas y sociales es Marea Pontevedra. Somos la única opción política que configuró su lista a través de una consulta popular abierta a todos los ciudadanos que, libremente, quisieron participar en ese proceso. Esa es nuestra fuerza.
¿Es un buen momento para esa participación ciudadana en la política?
Se ve bien a dónde condujo la política de los privilegios de los políticos, la opacidad en la defensa de esos privilegios y los numerosos casos de corrupción en los que están implicados todos los partidos que ejercieron labores de gobierno. Nosotros creemos que otra manera de hacer política hará más difícil que siga habiendo estos casos de corrupción que llevaron al descrédito de la política y el desencanto de los ciudadanos. El 15-M emitió un grito de atención y rebelión ante esas cosas. Nosotros somos los únicos que escuchamos ese grito.
¿Y el hecho de estar integrado por tantos partidos y colectivos no dificulta la gestión interna de la Marea?
Existe ese riesgo, pero cualquier colectivo donde haya distintas sensibilidades siempre habrá de buscar el consenso. La fórmula para hacerlo es someterse a la decisión democrática de la mayoría con total naturalidad. El criterio que sale vencedor es el que defiende todo el colectivo. Ese es nuestro método de funcionamiento. Yo no tengo queja, creo que fue madurando con el tiempo y logramos un amplio consenso en todos los temas.
¿En esos debates que tuvisteis, cuál dirías que es vuestra principal preocupación?
Sin duda, la gente que padece más gravemente la crisis y la situación económica. No está solo la pobreza extrema, sino las personas que, a pesar de tener un trabajo, este es precario o por horas y tienen dificultades para hacer frente a la factura de la luz, para mantener a la familia, para pagar el alquiler... La primera medida del Concello debería ser un plan de choque para ayudar a estos pontevedreses que se están quedando atrás por la crisis y el paro que registramos en la ciudad.
"La primera medida debería ser un plan de choque para ayudar a estos pontevedreses que se están quedando atrás por la crisis y el paro que registramos en la ciudad"
¿Qué pensáis que se puede hacer desde el Concello para frenar esta situación?
Nosotros nos tenemos una vara mágica. Es cierto que las políticas de empleo dependen del gobierno central y de la Xunta de Galicia, pero lo que no puedes hacer ante una situación de la extrema gravedad de Pontevedra es mantener los brazos cruzados. Nosotros pensamos que lo importante es buscar la coordinación con otros ámbitos de actividad económica próximos al nuestro, fundamentalmente el foco industrial que es Vigo, buscando la sostenibilidad y la complicidad de los agentes sociales.
¿Y vuestra propuesta de remunicipalizar ciertos servicios como el agua o la recogida de basura entraría en ese objetivo?
El agua es un elemento central de la vida de la gente y no debe estar sometida a negocio. En el caso de Pontevedra, el contrato termina dentro de dos años y es una oportunidad histórica de rescatar la gestión directa de un servicio que está siendo ineficiente e ineficaz para, por ejemplo, extender el saneamiento y abastecimiento a toda la periferia de la ciudad que a día de hoy carece de algún servicio o de los dos. Y así también con la basura. Hay que aprovechar que termina el contrato para rescatar esta gestión pública y poder tratar directamente nuestros residuos.
¿Creéis que la salud económica del Concello aguantaría tener que asumir todas estas empresas públicas?
Nosotros llevamos en el ADN la defensa de la gestión pública. Nadie se cree que las empresas que gestionan el agua o la basura no tienen beneficios y que mantienen un contrato deficitario año tras año. Creemos que si se rescata la gestión del ciclo del agua, por ejemplo, daría beneficios a la ciudad y permitiría rebajar el recibo. Eso ya sucedió en las ciudades en las que se hizo. Las empresas que llevan la grúa, la recogida de basura, los jardines, las piscinas de Campolongo... no son una ONG, están haciendo negocio y lo hacen a nuestra costa. Es el momento de pensar en este asunto de forma seria e intentar rescatar esas concesiones.
"Los vecinos tienen que intervenir más allá del voto cada cuatro años. Tienen derecho a ser escuchados a diario y especialmente en los temas que les afectan directamente"
Apostáis también por más transparencia y participación ciudadana...
Eso es básico en cualquier administración y es especialmente importante en la que está más cerca de la gente, que son los ayuntamientos. No se puede decir que se hace todo en beneficio de los vecinos y hacerlo de espalda a ellos. Tienen que intervenir más allá del voto cada cuatro años. Tienen derecho a ser escuchados a diario y especialmente en los temas que les afectan directamente.
Por eso, en los plenos queremos introducir la participación de los colectivos implicados en los asuntos que se debaten, pero no como una concesión que hace el poder político, sino como un derecho. Y también que los vecinos puedan decidir a qué se dedican los recursos económicos del ayuntamiento, por lo que llevamos la defensa de los presupuestos participativos. Hablan de eso ahora BNG y PSOE, pero tuvieron 16 años y no lo hicieron. Son ofertas que tienen poco crédito.
Y con respecto al modelo urbano, ¿qué opina Marea Pontevedra?
Lo que hay en Pontevedra no es un modelo de ciudad. Eso, en todo caso, es un modelo de movilidad y que está bien. Pero ni siquiera por ejemplo, el hecho de prohibir el trafico rodado y el estacionamiento, que nosotros apoyamos, sirvió para revitalizar la zona monumental. No se revitaliza convirtiéndola en el parque temático de la hostelería y dejando que los edificios caigan en el abandono y en la ruina. Hay muchas calles que ofrecen un estado lamentable. Hay que darle a todo este ámbito un nuevo uso residencial y potenciar una actividad económica diversa.
En todo caso, cualquier cambio que se haga tiene que venir con un documento que defina eso y concrete el crecimiento urbanístico de la ciudad. Carecemos de él, me refiero al PXOM, porque había un nulo interés por redactarlo y aprobarlo por parte del equipo de gobierno. Y eso afecta, sobre todo al rural, en el que vive un tercio de la población de Pontevedra. Sigue habiendo zonas sin saneamiento, agua, recogida de basura, transporte urbano ... parece mentira que estemos hablando de eso en una capital de provincia.
Marea Pontevedra también incide en la necesidad de una mayor protección ambiental de la ría. ¿Está su riqueza en peligro?
Pontevedra tiene una situación geográfica privilegiada porque está en el fondo en una de las rías con mayor riqueza y además convoca la desembocadura de tres ríos. Eso es un valor de la ciudad que no se tuvo en cuenta nunca para aprovecharlo como referencia y foco de atracción para el turismo, por ejemplo, o para desarrollar de una manera más racional la riqueza marisquera. Nosotros lo que queremos es revertir la situación y poner en primer plano ese gran activo de la ciudad.
¿Y en ese escenario, qué papel le reserváis a ENCE en Lourizán?
Creemos que ENCE, en el lugar que ocupa, es algo predemocrático. Desde el año 1988, se sabe que la empresa se tenía que marchar en 30 años. Y a pesar de eso, no se hizo nada por buscar un traslado que representara un coste social cero. Ahora no es tiempo de chantajes. No se puede poner los puestos de trabajo como moneda de cambio. La responsabilidad de llegar a esa situación es de todos. Del PP, pero también del PSOE y del BNG que tuvieron una oportunidad histórica cuando gobernaban y tampoco hicieron nada.
"Casi nunca las cosas suceden como nos gustaría al 100% a nadie, y el resultado del 24 de mayo, tanto a Lores como a Morera, no les va a gustar"
Vuestra posición también es clara con respecto a otros dos proyectos, la A-57 y la planta de compostaje...
Con la A-57, claramente. Lo llaman circunvalación y no lo es. Va a seis kilómetros de la ciudad, va de ningún sitio a ningún sitio, comerá una millonada y no es una alternativa a nada. Nuestra posición es contraria y estamos al lado de los vecinos.
Con la planta de A Canicouva hay matices. Estamos a favor del compostaje, pero en contra de ese proyecto. Aunque se haga esa planta a una escala más sostenible, tenemos el problema del resto de la basura que genera la ciudad y que seguiría yendo a Sogama. Tenemos que buscar un tratamiento integral de la basura e incluso mancomunar el servicio con Marín e igual con dos o tres ayuntamientos más que sean cómplices en esa solución.
¿Si a partir del 24 de mayo, Marea Pontevedra entra en la corporación, creéis que vais a ser bien recibidos?
Eso funcionaba como un club y a pesar de lo que les gustaría a ellos, el club va a ampliarse. Nos verán como intrusos, pero nosotros llegamos al baile con intención de bailar. Creemos que el escenario que saldrá de las elecciones será sin mayorías absolutas. Sabemos que nosotros no vamos a ganar las elecciones, pero no habrá respaldo total a ninguna fuerza. Se abrirá un tiempo de búsqueda de alianzas y soluciones que permitan gobernar la ciudad. Nosotros para pensar en eso, pondremos por delante el programa, que para eso lo tenemos.
¿Y hay líneas rojas que no atravesaréis?
Yo descartaría cualquier pacto o apoyo al PP. Pero en todo caso, esas líneas rojas nos las vamos a decidir nosotros, consultaremos a todo el colectivo de la Marea y al resto de los ciudadanos. Lo que sí tenemos claro es que casi nunca las cosas suceden como nos gustaría al 100% a nadie, y el resultado del 24 de mayo, tanto a Lores como a Morera, no les va a gustar.