El domingo 13 de agosto actuarán en la Plaza de España, a las 22.30 horas, y dentro de la programación de conciertos de la Semana Grande de las Fiestas de la Virgen Peregrina: La M.O.D.A. (acrónimo de La Maravillosa Orquesta del Alcohol).
Este grupo surge en Burgos hace una década, está formado por siete componentes y combina instrumentos como acordeón, saxo, banjo, mandolina o clarinete con influencias variadas.
La trayectoria de la banda siempre ha estado marcada por los conciertos, gracias a los cuales han creado una base de fieles seguidores. El grupo ha recorrido el circuito de salas y festivales del país, además de tocar en México, Colombia, Francia, Italia, Países Bajos, Irlanda, Reino Unido y Estados Unidos, dando un total de 550 actuaciones desde 2011.
En el apartado discográfico, LA M.O.D.A. ha editado cuatro LP's, un puñado de EP's (incluído el que grabaron con Steve Albini en 2018) y un par de discos en directo.
Ahora, LA M.O.D.A. tiene un nuevo disco, 'Nuevo Cancionero Burgalés', producido por Gorka Urbizu (Berri Txarrak). Inspirado en el repertorio popular de su tierra, con letras sacadas de los cancioneros populares de Federico Olmeda (1903) y Antonio José (1932) y música compuesta por el grupo.
"Desde el primer momento nos llamó la atención que las letras estaban escritas con un lenguaje popular y mucho más cercano (en temática y en palabras) de lo que pensábamos. También nos motivaba que las canciones hablaran de sentimientos o situaciones universales y atemporales. Dimos vueltas a una idea: los puntos de unión entre las personas, aunque hayan nacido en lugares distintos y en siglos diferentes", aseguran.
El grupo explica que "hacer este álbum ha sido una manera de acercarnos a nuestras raíces y a nuestros mayores" para ello han estado un año trabajando con los textos, "escogiendo aquellos que más nos transmitían" y una vez que tuvieron las letras "empezamos a componer la música y las melodías de voz desde cero, intentando que se reflejase nuestra identidad sonora".
"No pretendemos con este disco ni reinventar ni renovar el folklore burgalés, ni colgarnos medallas que no nos pertenecen. Está hecho con el corazón y la emoción de ser conscientes de estar creando canciones nuevas a partir de unas letras vivas, que han ido transmitiendo de generación en generación porque significaban algo para mucha gente".