La DGT asume el modelo de Pontevedra

Pontevedra
31 de octubre 2015

En febrero de 2011, durante la celebración del II Encuentro de las Ciudades para la Seguridad Viaria celebrado en Córdoba, el director general de la DGT aunciaba la entrada en vigor en el nuevo Reglamento General de la Circulación, la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en vías de un solo carril o de un único carril por sentido

Central de Control de Tráfico de la Policía Local Cristina Saiz

Actualmente se encuentra en tramitación el nuevo Reglamento General de Circulación de España. En diciembre de 2010 el Concello de Pontevedra remitió a la Dirección General de Tráfico una serie de propuestas. Algunas han sido ya recogidas para entrar en vigor con la próxima normativa.

La más significativa lleva fecha de febrero de 2011. Durante la celebración del II Encuentro de Ciudades  para la Seguridad Vial, celebrado en Córdoba, el director general de la DGT, Pere Navarro, anunciaba la entrada en vigor con el mencionado reglamento de la limitación de la velocidad a 30 kilómetros por hora en las vías de un solo carril o de un único carril por sentido. Una medida con la que se pretende rebajar los atropellos de peatones en las ciudades.  

La iniciativa entró en vigor en Pontevedra en agosto de 2010, limitando la velocidad de circulación en todo el casco urbano a un máximo de 30 kilómetros por hora. Regulación que fue reconocida con el Premio a la Movilidad Seguridad en el citado Encuentro de Córdoba.

No obstante, las propuestas del gobierno local, ya comenzaron en 1999 con la peatonalización del Centro Histórico, acción que progresivamente se hizo extensiva a otras zonas del casco urbano, de forma parcial o total, con y sin limitación física. Otros proyectos en la consolidación del modelo de ciudad fueron la creación de sendas para peatones y ciclistas desde 2008,  el Metrominuto en 2012 y posteriormente el Pasominuto, una guía con rutas urbanas y fluviales por el municipio.

Una de las consecuencias de la limitación de la velocidad de los vehículos ha sido la significativa reducción de los accidentes urbanos en más del 50% y con ello la cifra de víctimas mortales, cero, al igual que los heridos graves. Por su parte, los heridos leves así como los percances de tráfico se mantienen en “cifras de resistencia”. De la misma forma se ha producido un cambio de hábitos entre la ciudadanía a la hora de moverse: más de las dos terceras partes de los desplazamientos son a pie o en bicicleta.