José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 1967) se ha convertido en la gran esperanza para los socialistas gallegos que, en estos comicios del próximo 18 de febrero, no se resignan a desempeñar un papel secundario, a pesar de lo que indican todas las encuestas.
"Confío en el cambio y creo que el ciclo del PP se ha terminado", asegura Gómez Besteiro, para quien la Galicia que propone el PSOE tiene "mucha más acción, más movimiento y más color" que el país "más triste, más apagado, más apático y más gris" que dejan los populares.
El candidato del PSdeG-PSOE reivindica una Galicia "donde haya más empleo, más prosperidad, más riqueza y mejores salarios, pero también más derechos" y sostiene que en estos últimos tres meses "hemos conseguido más cosas para Galicia que el PP en los últimos años".
Tras años alejado de la primera línea política, ¿qué sensaciones está notando en esta campaña?
Estoy encontrando muy buenas sensaciones. A mí me gusta mucho el tiempo de campaña. Siempre hemos llevado un mensaje alegre y propositivo. He reconectado con esa sensación que tuve siempre en las campañas electorales. Estoy recuperando esa vibración especial que tenía.
¿Qué Galicia se ha encontrado en esta campaña?
Me encuentro una Galicia que se refleja bien en lo que venimos diciendo los socialistas. Tenemos una Galicia más triste, más apagada, más apática, más gris. Es el reflejo de la política del PP. Mientras España crece, Galicia mira. Esa es la Galicia de la que queremos pasar página. Queremos llegar a esa mejor versión de Galicia que la gente quiere y que podemos darle.
El PP lleva quince años de gobierno. Dice que la suya es la Galicia que funciona. Ustedes, todo lo contrario. ¿Con qué versión nos quedamos?
Creemos que es la Galicia que funciona mal. Nos basamos en datos. Si en los últimos quince años perdimos 100.000 habitantes, si tenemos casi tres veces más de deuda pública, si perdimos población ocupada o si hemos perdido peso industrial es que las cosas se han hecho mal.
Es un balance francamente negativo. Mirar para otro lado no es una solución. Dejar que los problemas se solucionen por el transcurso del tiempo, tampoco. Hay que tomar decisiones y hay que dirigir este país hacia lo que puede ser conseguir oportunidades y no perderlas.
Por eso los socialistas hablamos de hay que trabajar por una Galicia donde haya más empleo, más prosperidad, más riqueza y mejores salarios, pero también más derechos. Es, en definitiva, otra Galicia diferente a la del PP, con mucha más acción, más movimiento y más color.
Rueda acostumbra a confrontar con el Gobierno. El PSOE defiende que a la contra no se consigue nada. ¿Una Xunta liderada por los socialistas mejorará esta situación?
La conexión de los socialistas gallegos con el Gobierno de Estado está fuera de toda duda. Hemos conseguido más cosas para Galicia en los últimos tres meses que lo que ha conseguido el PP en los últimos años. De esa confrontación no sale nada inteligente ni nada positivo.
Lo que hay que hacer es sumar fuerzas en la misma dirección. Hay que atraer inversiones. Hay que centrar la atención en Galicia. Podemos conseguir muchísimas más cosas. La inacción, el mirar para otro lado o el buscar responsables en otros lugares, no nos conduce a nada bueno.
En un momento en el que la alternativa a Rueda parece haberse asentado en torno a Ana Pontón, ¿qué puede hacer el PSOE para dar la vuelta a esa situación?
Yo creo que efectivamente va a haber cambio. Pero ojo, que yo creo que el cambio va a ir en una dirección distinta a la que pensamos. Puede y va a haber sorpresas. Pero en todo caso, sí confío en el cambio y creo que el ciclo del PP se ha terminado. Galicia pasará página.
Llegado el caso, ¿será posible un pacto de gobierno PSOE-BNG?
Lo van a decidir los ciudadanos. Somos el único partido que no hablamos por los ciudadanos, sino que hablamos a los ciudadanos. Esperamos que nos contesten diciendo que quieren una Galicia más próspera y dirigida por un presidente que lo será de todos, no solo de unos pocos.
¿Le preocupa la división de voto que pueda haber en la izquierda con Sumar y Podemos?
Al final la opinión de los gallegos se irá decantando en el voto de quien consideren más útil y más eficaz para cambiar Galicia. Van a buscar un valor seguro, que es el del PSOE. Somos el cambio hacia una Galicia distinta. Tenemos un programa político serio, riguroso y solvente, un equipo con experiencia de gobierno y y un proyecto político que tiene ambición de país. Esto es innegable.
¿Por qué cree que a Vox se le sigue resistiendo Galicia?
La verdad es que el entorno de la derecha y la ultraderecha en España y en Galicia es todo un misterio. Esta campaña comenzó con el PP pidiendo que no se presentara nadie. La ambición del PP es la de que no se presente nadie en el espectro de la derecha.
Y eso que ya tienen una sociedad bien forjada en el Estado. Es lo que están haciendo. Que nadie se presente a votar en las elecciones, que nadie se presente a los debates... en definitiva, que no se mueva nada. Llegó el momento de que Galicia se mueva y opte por un país distinto.
Y dentro de este escenario, ¿cree que el clima de crispación que se respira en la política nacional puede afectar a los votantes?
Yo creo que quien le habla es una persona extraordinariamente moderada y tolerante, pero muy ambiciosa en lo que Galicia puede llegar a ser. No creo que nadie vea en mí a un crispador profesional, sino todo lo contrario. Como decía antes, quiero ser el presidente de todos los gallegos y no solo de unos pocos. La crispación no forma parte de mi acción política.
En esta campaña, usted ha hecho mucho hincapié en la necesidad de cambiar el modelo económico de Galicia. ¿Qué país proponen los socialistas?
Lo resumo en la frase más empleos. Y en la reindustrialización necesaria de Galicia. No lo vamos a tener fácil, pero lo vamos a conseguir. Lo haremos de la mano de una energía que se va a producir aquí y que va a ser un verdadero reclamo para las industrias lleguen a Galicia.
Tenemos viento, agua o biomasa en abundancia. E hidrógeno en un futuro muy inminente. Vamos a ser un territorio energético. Todo eso tiene que ir de la mano del conocimiento, de la inteligencia y de las nuevas soluciones tecnológicas, que son las que van a aportar empleo en el futuro.
Lo que tenemos que conseguir es aumentar el peso industrial de Galicia hasta el 20% del PIB, lo que crearía unos 40.000 empleos nuevos y mejor remunerados. Para nosotros, gestionar la prosperidad en favor de la inmensa mayoría de los gallegos será nuestra acción diaria. Eso lo vamos a sumar al aumento y la protección de los derechos. Ese el reto que tenemos por delante.
Vertebrar el país, según han trasladado, será otra de sus prioridades. ¿Qué se puede hacer?
Se puede seguir con el nivel de inversiones e impulsar el desarrollo de las infraestructuras. Este primer trimestre daremos una vuelta de tuerca más a la alta velocidad con los nuevos trenes Avril, que van a mejorar las frecuencias y el nivel de rapidez del tránsito ferroviario. Y vamos a poner en marcha un plan de impulso del transporte ferroviario para el tráfico interior.
En el transporte metropolitano se terminarán las autovías estatales y la promesa que hago es la de traer la gratuidad de la AP-9, esa columna vertebral que une Ferrol y la frontera portuguesa, liberándola de esas cargas insufribles con las que el PP nos condenó hasta 2048. Y afrontar el nuevo reto del transporte marítimo de mercancías y su distribución por el territorio nacional.
Galicia debe combatir dos realidades que nos están lastrando. La pérdida demográfica y la emigración de los jóvenes. ¿Hay margen de maniobra?
Hay margen de maniobra. Hay que trabajar y asumirlo como un reto de país. Tenemos dos retos. El reto por la igualdad en su amplio espectro. No solo la igualdad entre hombres y mujeres sino también la igualdad de oportunidades. Cuando una familia no tiene asistencia pediátrica para sus hijos en algún ayuntamiento hay una pérdida de igualdad.
El segundo reto es el demográfico. Ahí se puede hacer muchas cosas y se debe empezar pronto. Las políticas demográficas son a largo plazo y llevamos muchos años perdidos. No se ha hecho nada para superar la dispersión poblacional, el envejecimiento y la huida de jóvenes que no encontraron en Galicia su futuro o no pensaron que Galicia podía darles un futuro.
En los últimos diez años se marcharon de Galicia casi 60.000 personas. Es como si de repente desapareciera la ciudad de Ferrol. Ya no solamente tenemos que retener sino tenemos que atraer a gente joven para el proyecto de desarrollo industrial que tenemos los socialistas. Esa será una política central en el nuevo gobierno.
Está haciendo usted un esfuerzo por acercar el PSOE a la gente joven. Ha hecho compromisos en materia de deportes, vivienda, nuevas tecnologías... ¿cree que han estado desatendidos?
No ha habido política para los jóvenes. Pongo un ejemplo, vivienda pública. Es la que permite a los jóvenes acceder a ella sin tener que destinar más del 30 o 35% de sus ingresos ya sea en venta o alquiler. En estos quince años solo se han hecho 5.000 viviendas de protección pública.
El ejemplo contrario, el que nos da credibilidad a nosotros, es que en el gobierno del 2005 al 2009, que es el antecedente inmediato al PP, se hicieron 10.500 viviendas en cuatro años. Hubo justo el doble que con el PP en quince. No ha habido política de juventud en absoluto. Ni la primera.
La transición ecológica también forma parte de sus líneas maestras. ¿Estamos a tiempo de que Galicia pueda liderar este proceso?
En 2009 éramos la primera comunidad en capacidad para generar energía renovable. Hoy somos la cuarta o la quinta. Hacemos una apuesta definitiva de Galicia como territorio energético. Podemos ser una verdadera potencia en producción energética de renovables, incluyendo ahí la eólica, la hídrica, la biomasa o el hidrógeno, que es una apuesta de futuro importantísima.
Son muchos los que apuntan a la sanidad y a la educación, también a la atención a los mayores, como los puntos más débiles de los servicios públicos en Galicia. ¿Cómo propone resolverlo?
Hay un déficit evidente en la política hacia los mayores, fundamentalmente porque no hay unas infraestructuras que permitan atenderlos adecuadamente cuando se convierten en dependientes y no son autónomos. Tenemos que generar nuevas residencias públicas en las que se les atienda con dignidad y se les pueda dar la cobertura que necesitan.
Y con respecto a la sanidad, la apuesta definitiva será completar el panorama que ha desatendido el PP, especialmente en la Atención Primaria. Por lo tanto, reflotar la situación de la Atención Primaria será una de las primeras medidas del próximo gobierno gallego, recuperando las plantillas humanas y recursos materiales previos a todo el desmantelamiento que ha sufrido.
Y ya con respecto al ámbito local, ¿desde la Xunta qué se puede hacer para mejorar la atención que recibe Pontevedra?
Yo creo que lo que no se puede hacer es desatender al mundo municipal. Se ha cargado a los ayuntamientos con competencias que no eran suyas y sin transferir fondos para asumirlas. Lo que no va a hacer la próxima Xunta es hacer oposición a Pontevedra, sino sumarnos a una política coordinada y de cogobernanza que será muy beneficiosa para los ciudadanos.
¿Qué prioridades se marcaría su gobierno con esta ciudad?
La atención de todos los servicios públicos es absolutamente fundamental. La cobertura de la enseñanza pública, todo lo que se refiere a las prestaciones de los servicios sociales y la atención sanitaria son medidas urgentes para desarrollar en la ciudad de Pontevedra. Todo es responsabilidad y competencia de la Xunta y mejorarlo es un objetivo prioritario para nosotros.
En el pacto de investidura firmado con el BNG figura la puesta en marcha del cercanías Vigo-Pontevedra. ¿Será una realidad esta legislatura?
Será una realidad porque los socialistas nos hemos comprometido. Quedará diseñado en este mandato de cuatro años que se ha iniciado hace apenas unos meses.
Nudo de Bomberos, edificio de Hacienda, paseo a Marín… son varios de los proyectos del Gobierno central que parecen encallados. ¿Es posible avanzar en ellos?
Estamos en una senda de cumplimiento del pacto de investidura y los socialistas, al margen de esas cuestiones, estamos haciendo otras como oferta propia del PSOE. En todo caso, seguimos avanzando y evolucionando hacia una mejor Galicia. Esa conexión con el gobierno de Estado va a reportar grandes beneficios.