La Asociación Recriativa de Xeve se encarga en cada Feira Franca de escenificar la llegada de los carros con el vino del ribeiro y su entrada en la ciudad desde Ourense hasta Santa Clara y de ahí a la plaza de A Ferrería.
Gentes por doquier corren a la apertura del mercado porque "llega el mes sin impuestos" con el que el rey Enrique IV premió a la Boa Vila su fidelidad, quince días antes y otros quince después del 24 de agosto, festividad de San Bartolomé.
Con el fin del verano y la llegada de las cosechas, Pontevedra recuerda así que en el año 1467 era una pujante villa.
Por fuera de la vieja muralla no hay fiesta porque ahí la fiscalidad pertenecía al arzobispado de Santiago. Así que bueyes, vacas, ovejas, vinos, quesos, herramientas, madera y viandas, de todo llega a intramuros de una ciudad donde sus habitantes danzan con sus mejores galas, entre saltimbanquis y mercaderes.
En el medievo, el vino del Ribeiro era transportado a los pueblos de toda la cornisa cantábrica, viajando a otros territorios como Inglaterra en incluso formó parte de la expedición de Cristóbal Colón a América, según recogen los documentos de la época.
El historiador José Luis Sobrado explica que "no se puede hablar de una única ruta de los arrieros, sino que hay varios caminos que eran empleados para el transporte del vino, principalmente hacia ciudades como Pontevedra o Santiago". Esta red viaria medieval resultaba peligrosa por la presencia de bandidos.
Como curiosidad, en Pontevedra se recaudaban más impuestos con el vino del Ribeiro que con la pesca y su puerto fue uno de los enclaves donde se embarcaba vino con destino a zonas como Asturias o el País Vasco.
El Camino del Viño representa el intercambio comercial más importante de Galicia desde el siglo IX ata el XIX. Su trazado recorre antiguos lugares, aldeas singulares y las más importantes bodegas que los señores laicos y eclesiásticos de Galicia poseían en el Ribeiro, para suministrar de vino a peregrinos, monasterios, nobles y la realeza.
El principal medio de distribución del vino eran los arrieros, que transportaban el vino en pellejos que iban cargados sobre el lomo de recuas de mulas. El Ribeiro es una de las comarcas vitivinícolas más antiguas del mundo.
Este camino, que llevaba el vino a Compostela y a los principales puertos gallegos, está compuesto de varios tramos. El Camino del Viño parte de Ribadavia y transcurre por la orilla izquierda del río Avia, afluente del Miño, cara Compostela, pasando por lugares, aldeas y parroquias con evidente presencia de elementos patrimoniales y históricos fundamentados en la producción de vino.