En un entorno mágico de bosques, olivos y viñas, apartado de las aglomeraciones de la costa, se localiza el Asador O Xesteira.
Viajamos al Sanxenxo interior, al lugar de Xesteiriña, número 23. Hace tres años, Luis Rodríguez Vicente se ponía al mando del negocio familiar para dar un giro al restaurante y poder convertir cada comida en una experiencia. Su carrera como deportista de élite en la Selección española de piragüismo "me ayudó a conseguir la disciplina y el buen hacer que se necesita para poder estar al frente de un negocio, todos los valores que me brindó el deporte trato de que estén presentes en mi trabajo cada día". Ahora Luis lucha por un nuevo sueño y lo hace con el más importante de sus secretos: trabajar muy duro. "Nuestro lema es: Tu día empieza ahora".
Las personas amantes de la carne de vacuno de primera calidad que se acerquen a Asador O Xesteira van a vivir una experiencia en todos los sentidos. Disfrutarán de un "abanico de posibilidades de vacuno que no hay en ningún lugar de la zona" con diferentes maduraciones, un proceso imprescindible para garantizar la ternura y sabor. Todo ello acompañado de una extensa bodega de vinos de todas las partes del mundo. "Es una forma de añadirle un valor más a la carne". Completan la experiencia, el jardín trasero rodeado de vegetación y el porche con vistas al bosque, que es "nuestra joya".
El chef explica que "principalmente nos hemos centrado en los chuletones. Lo que intento es traer lomos de vacas diferentes de todas partes, de Galicia, España, del resto de Europa, e incluso de Japón".
Para Luis, la carne más especial es la gallega "dado que las circunstancias climatológicas, el terreno y las condiciones que se dan en Galicia hacen que el ganado de aquí sea uno de los mejores del mundo, por no decir el mejor". A mayores, "somos uno de los pocos locales que tenemos buey certificado y también traemos wagyu, que es una de las carnes más difíciles de conseguir en el mundo porque es muy exclusiva y escasa, solo se da en Japón".
Para ofrecer el mejor producto, compran a ganaderos particulares a través de un proveedor que "tiene acceso a las carnes más selectas".
Al acabar la jornada, Luis dedica horas a trabajar en el invernadero y el huerto a pocos metros del local, en donde cultivan frutas, verduras y diferentes plantas aromáticas que incluyen en muchos de los platos. "Un producto fresco es lo que la gente quiere, y qué mejor que cultivarlo tú mismo. Da mucho trabajo pero merece la pena".
La fórmula del éxito es una combinación de carne de vacuno seleccionada, una buena bodega, entorno incomparable y un local acogedor para comer o cenar de un modo relajado. Para rematar esta experiencia, Luis desvela un último secreto: los postres caseros. Entre ellos, la tarta de queso. "Nos la encargan mucho para llevar o cuando la gente se sienta en la mesa, por si se acaba. No hacemos grandes cantidades, porque necesita 12 horas de reposo".
Por todo esto, Asador O Xesteira tiene ya todos los ingredientes para ser "el templo de la carne".