Cada vez que hay una cita con las urnas siempre surge la misma incógnita: a quién van a votar los nuevos votantes. Este 28 de mayo muchos pontevedreses y pontevedresas menores de 22 años participarán por primera vez en las elecciones municipales de una ciudad, Pontevedra, en la que no han conocido a otro alcalde que no sea Miguel Anxo Fernández Lores.
Sin embargo, el grado de conocimiento de los candidatos a la alcaldía entre los universitarios lerezanos es escaso. Salvo a Lores, apenas conocen al resto de alcaldables ni sus propuestas. Un hecho que no implica que no estén preocupados por el futuro de su ciudad, de la que alaban el modelo urbano pero no dudan en alertar de algunas carencias importantes.
"En Pontevedra nunca hemos visto otra cosa que no sea el Bloque y tampoco sabemos qué pueden ofrecer otros partidos porque no tenemos referentes. Las propuestas de otros, son propuestas que pueden cumplir o no. Mi intención es votar, pero tendré que informarme antes de las elecciones por que no sé a qué partido voy a votar", reconoce Andrea Hermida, estudiante de enfermería de 21 años.
"No conozco a ninguno, de política a tema de alcaldía, cero", confiesa Álex Calvo, universitario de veinte años que ya ha ejercido su derecho al voto por correo. Más indecisa se muestra Lucía Franco, que todavía está pensando qué papeleta introducir en la urna. "Todavía no lo sé, hasta que tenga tiempo de mirar los candidatos e informarme bien, no decidiré", sostiene a la vez que asegura que "no me siento representada por ningún político".
"De los nueve candidatos conozco a varios, pero no me representa ninguno. Es difícil elegir a alguien, estos días he estado viendo qué presentan y quiénes eran, voy a votar pero no sé todavía a quién", explica Violeta Ramos, estudiante de Educación Infantil. "Conozco a BNG, PP, VOX, Podemos, Ciudadanos y Pacma. No me siento representada por los políticos, pero votaré al BNG", asegura Carmen Pazos.
Reconocen que vivir ajenos a la política municipal es algo muy común entre los de su generación. "Es algo que nos pasa a toda la gente de nuestra edad. De normal nos interesamos poco por la política, nos enteramos un poco a nivel nacional, pero a nivel local, no tanto", señala Hermida una muestra de lo poco que visitan los aspirantes a la alcaldía el campus de Pontevedra, aunque también es cierto que una parte de los potenciales votantes estudian en facultades de otras ciudades.
Aun así, el hecho de desconocer el nombre de los candidatos a alcalde no implica que no estén preocupados por el futuro de su ciudad. "Pontevedra está cada vez peor, cierran tiendas y la cosa no mejora. Lo mejor es la paz que se respira, pero hace falta una buena gestión de la ciudad, que ayude a los pequeños empresarios y promueva el crecimiento", defiende un crítico Calvo.
Para Pazos, lo peor de su ciudad es Ence. "Esta fábrica contamina y amenaza seriamente la biodiversidad, ya que es una de las principales fuentes que contribuyen a la plantación de eucaliptos en Galicia", subraya la universitaria, muy crítica también con la presencia de lombos, la falta de aparcamientos, el mantenimiento de las carreteras en el rural y la falta de plazas en residencias de ancianos.
Muchos jóvenes se sienten desubicados en su propia ciudad. "Pontevedra no es una ciudad en la que me gustaría pasar mi juventud, está más enfocada para estabilizarte en la vida y formar una familia. Muchas veces me pregunto qué hago aquí, si ya lo he hecho todo", sostiene Violeta con preocupación porque "es una ciudad maravillosa".
Pero no todo es negativo. "Pontevedra es una ciudad muy cómoda en el sentido de la accesibilidad a lugares, porque al ser una ciudad pequeña y por cómo esta construida llegas muy rápido a todas las partes céntricas", reconoce Lucía.
En este sentido, añade Ramos que muchos de los eventos que se organizan en la ciudad no tienen la visibilidad que deberían. "¿Cuántas personas de Pontevedra han visitado los museos? La mayoría seguro que no ha ido nunca", lamenta al mismo tiempo que pone en valor programas como Noites Abertas o el Salón do Libro, así como la recuperción para el patrimonio público del convento de Santa Clara.
"Las afueras están un poco incomunicadas y yo creo que no vendría mal retocar los horarios de los autobuses que van a las zonas de Lérez, Monteporreiro, Poio etcétera. Porque los buses la mitad de veces no aparecen y si aparecen lo hacen cada 4 horas", lamenta. "Que sea peatonal está muy bien porque se reducen emisiones, pero también es un coñazo circular y aparcar el coche, que también es algo que se necesita", comparte Hermida.
Es en el plano cultural en el que más carencias observan los nuevos votantes. "Hay muy pocas opciones para propuestas artísticas. El teatro y la danza están mucho menos promocionados que otros sectores", reclama Franco. "Hay mucho evento, sobre todo deportivo, que está genial porque trae a mucha gente. Pero en las fiestas, como la Peregrina o Navidad, son un poco cutres. No hace falta llegar al extremo de Vigo, pero poniendo unas buenas luces y más actividades de Navidad quedaría más bonita y atraería a más gente a pasar un día", critica Andrea, a quien tampoco le convence las propuestas musicales del verano.
"Los conciertos están enfocados a lo de siempre, a gente mayor, en lugar de traer artistas más conocidos. Faltan eventos enfocados en la juventud, no se nos tiene en cuenta", se queja.
La rama del empleo es algo que también preocupa a esta nueva generación de adultos pontevedreses. "No se da casi ninguna ayuda a la gente joven a introducirse en el mundo laboral de forma que se pueda compaginar con otros aspectos diarios", plantea Lucía.
Con todo esto, el sentir general de los que este año se incorporan al electorado pontevedrés es que "a Pontevedra no se le saca el partido que se le podría sacar, está estancada, se podía renovar un poco", concluye esta futura enfermera.