Una de las principales críticas que pesan sobre el Pontevedra de Antonio Fernández es que en toda una vuelta de competición no ha encontrado un once tipo. Una verdad, a medias.
Es cierto que el técnico del Pontevedra no ha repetido alineación ni una sola vez a lo largo de 19 jornadas. Sin embargo, la estructura y la columna vertebral del equipo está clara. La compuesta por Cacharrón, Soto, Churre, Miguel Román, Álex González, Brais Abelenda y Charles o Rufo.
Hasta seis jugadores, Cacharrón, Bastos, Soto, Churre, Miguel Román y Brais Abelenda han sido titulares en todos los partidos en los que han estado disponibles, salvo Brais que fue suplente una vez.
Otros como Álex González, Seoane o Samu Araújo siempre han estado entre los favoritos del entrenador a la hora de confeccionar el once cuando su estado físico no lo impedía. De hecho Samu Araújo ha sido titular en los nueve partidos que ha jugado, Álex González, también aquejado de molestias musculares este año, ha sido de la partida en 13 de sus 16 apariciones; y Seoane, que se incorporó tarde al trabajo con el grupo y sigue sin recuperarse por completo, fue titular en seis de las siete veces que fue convocado.
Solo las recurrentes lesiones en puestos clave como los laterales o el doble pivote, así como el regreso tardío de Cacharrón a la portería tras su operación de menisco han impedido recitar de carrerilla una alineación que solo arroja dudas en tres posiciones: el delantero, el extremo derecho y el acompañante de Miguel Román en el centro del campo.
El debate de la delantera granate es eterno, Charles y Rufo llevan dos temporadas alternándose como titulares en el puesto de nueve sin que ninguno acabe de desequilibrar la balanza. En esta primera vuelta ambos acumulan casi el mismo número de minutos, 973 para el brasileño y 792 para el madrileño. En número de goles también vence el máximo goleador de la historia del Pontevedra por una escueta diferencia, 3 a 1.
Más compleja es la situación en el centro del campo. Borja Domínguez tardó en alcanzar un estado de forma óptimo para competir en Primera Federación, mientras tanto el puesto de mediocentro creativo era propiedad exclusiva de Yelko Pino, siempre escoltado por Miguel Román.
La mejoría de uno de los grandes fichajes del verano obligó al entrenador a modificar el esquema para dar cabida a los dos "jugones" del Pontevedra, así los granates pasaron a jugar con tres mediocentros en la jornada 15, (en partidos anteriores ya se había puesto a prueba) aunque en las cinco anteriores fue el rendimiento de Domínguez el que llevó a Pino al banquillo.
Dos posiciones que no han tenido dueño a lo largo de este primer tramo de temporada son las de extremo derecho e izquierdo, en ninguno de los tres sistemas que ha empleado Antonio Fernández durante la primera vuelta.
En el flanco izquierdo, Álex González es titularísimo. Pero las lesiones en el lateral izquierdo, de Araújo y Bastos, lo han hecho iniciar los partidos en esa posición en más ocasiones de las deseadas. Sin el capitán, formaron como extremos izquierdos Brais Abelenda, más decisivo en posiciones más centradas, Martín Diz, Alberto Rubio e incluso Valentín Jaichenko. El desaparecido Guèye solo fue titular en el duelo de copa contra el Tenerife y lo hizo jugando a pierna cambiada, en la banda derecha.
En el lado contrario, la búsqueda de un titular sigue siendo una incógnita. Oier Calvillo comenzó como titular y ha sido de los más empleados en ese puesto, pero su irregularidad le abrió la puerta a Alberto Rubio, que con su juego asociativo y disparo de larga distancia acabó por adueñarse de esa demarcación hasta que una lesión en la mano, con paso por quirófano incluido, lo devolvió a la casilla de salida antes de la Navidad.
Otros que han gozado de minutos, incluso como titulares, sin llegar a asentarse nunca en el once han sido Mario Ortiz o Jon Bakero, que disputaron un total de 4 y 3 encuentros desde el inicio respectivamente.
Así, cada semana ha tenido que lidiar Antonio con un rompecabezas de once piezas en las que siempre le ha faltado alguna de sus favoritas. Fue a final de año, cuando las lesiones dieron una tregua (salvo para Bastos), cuando el Pontevedra ofreció su mejor versión y, con victorias como las logradas contra el San Fernando, Ceuta o Algeciras logró concluir el 2022 metido de lleno en la lucha por salir del descenso.
Algo que en este inicio del 2023, en el que Fernández Rivadulla vuelve a tener la enfermería ocupada, ha vuelto a complicarse.