Errores individuales muy graves, falta de concentración defensiva y nula capacidad para generar juego. Ese fue el Pontevedra en la primera parte en Mareo, enterrando en poco más de un minuto sus opciones de puntuar. Aunque los granates mostraron una cara absolutamente distinta en la segunda, no fue suficiente. En la parte positiva, destacar el debut de Rufo, que no tardó en dejar muestra de lo mucho que puede aportar al equipo.
Repitiendo vicios que ya se van convirtiendo en crónicos, especialmente cuando los granates se alejan del abrigo de Pasarón y más aún cuando los partidos se disputan en jornada matinal, los de Pouso desoyeron lo ensayado durante la semana y las advertencias de su técnico, ofreciendo una imagen impropia de un equipo con mínimas aspiraciones.
Desde el primer momento el filial sportinguista demostró tener la lección bien aprendida y cómo hacer daño a la zaga gallega. Su objetivo era buscar fundamentalmente el flanco izquierdo de la defensa granate, donde Jaouad y Pol Bueso se empeñan más de lo aconsejable en dar una de cal y bastantes de arena, convirtiendo su parcela en una peligrosa autopista hacia el abismo para su equipo.
Así, tras unos primeros minutos de control sólo aparente de los gallegos, que tenían el balón pero no sabían qué hacer con él más que insistir en buscar balones largos hacia un Javi Pazos impotente para superar a los centrales asturianos, pronto llegaron esos errores y faltas de concentración antes señaladas. Después de un primer aviso en una falta lateral que nadie acertó a despejar y que se perdió por poco fuera de la portería de Edu, comenzó el "festival de los horrores".
Pol Bueso, que había perdido la posición, se vio obligado a derribar al borde del área a un rival, cometiendo una falta que costó lo suyo neutralizar con varios rechaces que siempre caían en botas locales, como preludio del "minuto fatídico". Primero fue un balón filtrado por César García entre Jaouad y Pol Bueso. Guille Rosas se fue en velocidad ganando la línea de fondo para centrar raso el segundo palo, donde Berto sólo tuvo que empujar, adelantándose también a Nacho López.
Sin tiempo para reaccionar llegaba el segundo cuando Jaouad cometía un error grave en el despeje, entregando el balón directamente a los pies de César García, quien no desaprovechó el regalo y desde la frontal disparó cruzado junto al poste, haciendo inútil la estirada de Edu.
El "festival de regalos" continuó y de nuevo con Pol Bueso como desafortunado protagonista al perder un balón en su intento de pase atrás que aprovechó Guille Rosas para dejar sólo a Chiki ante Edu, pero el meta pontevedrés evitó el tercero con una parada prodigiosa.
En el otro lado de la balanza absolutamente nada. Los granates no crearon ni una sola acción de peligro ni jugada que les permitiese pisar el área asturiana y únicamente a balón parado, muy esporádicamente, metieron algún balón en la zona de peligro siempre sin rematador ni dar sensación de estar metidos en el partido.
Pouso movió ficha en el descanso haciendo debutar al recién fichado Rufo y espabilando a los suyos, que se convirtieron en claros dominadores del partido, buscando reducir distancias, pero nuevamente les faltó acierto en el remate.
Mejoró el Pontevedra el juego, pero no el marcador ni tampoco los despistes defensivos que terminarían sentenciándolo definitivamente. Primero la tuvo Álex Fernández, con un disparo que obligó a Christian Joel a lucirse mandando el balón a corner. Luego lo intentó Sana desde la frontal, pero no encontró portería y luego fue el turno para Rufo, que se estrenó con un sensacional remate picado de cabeza, en falta lanzada por Álex Fernández, que se estrelló en el poste.
Y de lo que pudo ser el 2-1 se pasó casi acto seguido al 3-0 en un nuevo despiste, esta vez colectivo, de la zaga granate. Berto recibió tras ganar la espalda de los defensores y puso un balón cruzado, perfecto, para la llegada de Gaspar Campos, que fusiló a Edu.
De lo poco destacable de una mañana para olvidar, cabe citar que al menos el equipo granate tuvo dignidad deportiva y mantuvo la cabeza alta sin tirar la toalla hasta el final. Gracias a ello pudo recortar distancias y seguir mandando en una segunda parte con sensaciones muy diferentes y con un Rufo cuyos movimientos ilusionan, encontrando premio precisamente en un remate suyo de cabeza, tras prolongación en el primer palo, para ganar la acción a su marcador y en el segundo poste batir la meta asturiana.
Debutó también José García, que junto con el canterano Antón colaboró a incrementar el dominio visitante sobre un Sporting que cerró filas para proteger su ventaja.
Pudo llegar el segundo de los visitantes ya en el descuento, pero el disparo de Álvaro Bustos se marchó por encima del larguero y el Pontevedra pagó muy caros sus errores defensivos y un desastroso primer tiempo que no pudo arreglar su mejor juego del segundo.
REAL SPORTING DE GIJÓN "B" (3): Christian Joel; Pelayo Suárez, Villalón, José Gragera, Chiki (Javi Cobo, minuto 66), Berto (Sandoval, minuto 80), Mecerreyes, César García, Pablo García (Espeso, minuto 74), Gaspar Campos y Guille Rosas.
PONTEVEDRA CF (1): Edu; Nacho López, Víctor Vázquez, Jaouad, Pol Bueso; Sana (Antón, minuto 77), Álex Fernández (José García, minuto 71); Pedro Vázquez, Romay, Álvaro Bustos; y Javi Pazos (Rufo, minuto 46).
Árbitro: Borja Martínez García (Rioja), auxiliado en las bandas por Enrique Acero Pradera y Andrés Martínez Martínez. Amonestó a Pelayo Suárez, en el Sporting B, y a Jaouad, en el Pontevedra.
Goles: (1-0) Minuto 24: Berto. (2-0) Minuto 25: César García. (3-0) Minuto 66: Gaspar Campos. (3-1) Minuto 79: Rufo.
Incidencias: Campo número 1 (Pepe Ortiz) de la Escuela de fútbol de Mareo (Gijón). Unos 1.000 espectadores.